domingo, 5 de abril de 2009

Vísperas en Guadalcacín, Montealegre y S. Rafael


No sólo de hermandades nuevas vivió el Sábado de Pasión, jornada de otra parte más dada además a grupos no erigidos que a ésas otras formaciones cofrades que ya lo que demandan es incorporación de la estación en la Santa Iglesia Catedral y paso por la Carrera Oficial. Para las agrupaciones parroquiales que ayer también realizaron sus salidas procesionales no había más carrera que el entorno rural de Guadalcacín, el callejero de casas unifamiliares de Montealegre o el barrio popular de Federico Mayo.
Creciendo en presencia en sus zonas de referencia, todas ellas dieron una talla aceptable convirtiéndose en promesas de futuras corporaciones como alentara en su Pregón de la Semana Santa del pasado domingo Manuel Garrido Arcas. Fueron antesala, ingrediente de vísperas, que preparó el terreno a estos días grandes hoy alcanzados ya. También fueron expresión del pulso vital que como semilleros de nuevos cofrades constituyen tras la estela de aquellos viejos grupos juveniles nacidos de similar manera y hoy convertidos en cofradías.
La parroquia de San Enrique y Santa Teresa, en Guadalcacín, abrió sus puertas para que, por tercer año consecutivo, lucieran su devoción al Señor de la Entrega cuantos vecinos de la pedanía, jóvenes muchos de ellos, se quisieron sumar a la cita procesional. De hecho, se convirtió en todo un acontecimiento para la totalidad del pueblo, que así se sienten y así ha de calificarse para entender, realmente, lo que supuso la salida de su Nazareno, imagen robusta con la cruz a cuestas que el año pasado, recién bendecido, saliera por primera vez.
Su recorrido tuvo el sabor que la naturaleza del originario poblado de colonización procura a sus cosas y la devoción, por tanto, se manifestó en las calles de toda la entidad local con promesas de futuro fortalecido por la adhesión a un elemento que, aunque nuevo en Guadalcacín, ya ofrece muchas posibilidades de convertirse en emblema de identidad colectiva, fragua de una cofradía que de aquí a unos años cuaje imparable. Daban igual los cánones cofradieros para ello. Ayer se pudo observar en un entusiasmo sin límites.
Una agrupación musical de Morón, la Fuensanta, dio sones de acompañamiento a un paso dejado llevar por la ilusión y la entrega, como no podía ser de otro modo. Y ello ocurría mientras otra formación musical, la de Pasión, procuraba algo parecido en un entorno más urbano. la banda de la agrupación parroquial que le da nombre desde la parroquia Virgen de los Dolores fue anoche, estratégico referente para toda una feligresía extendida territorialmente desde el Parque Atlántico hasta el confín de Montealegre al borde mismo de la Ronda Este.
Un itinerario compuesto por calles de países árabes, de accidentes geográficos de la costa o de frutas, identificando cada cuál a cada uno de los barrios que completan esta zona de la ciudad, dieron camino a Nuestro Padre Jesús de la Pasión, que presidió el ejercicio de las Siete Palabras de Cristo en el solar del futuro centro pastoral Santa Ángela de la Cruz. Sus trazas en la calle aunaron mejores trazas cofrades e invitación a una feligresía dispersa entre tales conjuntos residenciales.
Lucía su cortejo el anunciado guión corporativo que encargaron al bordador Fernando Calderón, autor también de los faldones y respiraderos nuevos del paso, y al orfebre Jesús Domínguez. El plateado del paso ocupado por la imagen resignada del Señor de la Pasión completaba la imagen ofrecida ayer en las calles del lugar. Suma y sigue el esfuerzo de los cofrades de los Dolores en el ánimo de brindarse pronto como una oferta cofradiera solvente.
Y en la Zona Sur, tan cuajada de esos problemas económicos que están sangrando las economías domésticas y saturando a la Cáritas parroquial de San Rafael, fue la imagen del Señor de la Salud, de la agrupación del mismo nombre, la que hizo procesión por aquellas calles de viviendas modestas pero ánimo dispuesto a celebrar la presencia del paso enmedio del barrio. Cristo abrazado a la cruz es el argumento que se propone a ese núcleo de barriadas sencillas.
Es la 'semana santa' de las agrupaciones parroquiales que, siendo reunidas el Sábado de Pasión, ya tuvieron el adelanto, hace siete días, de la primera salida procesional del Señor de la Salvación, que preside la agrupación con sede en la parroquia del Perpetuo Socorro y entorno urbano en Las Torres, La Serrana o la Coronación. La antesala lo deja todo preparado para la presencia de hermandades y cofradías en el centro de la ciudad, camino de la Catedral.

(La Voz, Domingo de Ramos, 05-04-09)

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