sábado, 19 de diciembre de 2015

Aunque sea por hacer silencio

Es sábado de reflexión. Pero reconozco que lo que ocurra mañana en las Generales no dependerá de lo que nos hayamos parado a pensar hoy. O sí? Quizá convenga tener en cuenta que hablan de un 40% de voto indeciso hasta prácticamente las puertas de la jornada electoral de este 20D. Pero qué han hecho los indecisos con este día? Me temo que no mucho que tenga que ver con qué papeleta vayan a meter en la urna.

En fin, sé que el sentido de este día nacido de la dinámica que el regreso de la Democracia a España puso en marcha ha caído en algo parecido a esa obsolescencia programada con que se fabrican los electrodomésticos. Ya está amortizado su uso y hemos perdido el respeto al cese de mensajes que pidan el voto. Un paseo por las redes sociales ha puesto de manifiesto que se ha perdido el pudor y ya es curiosa reliquia la condición de este sábado.

Un amigo me ha recordado aquellos países europeos que no tienen víspera de reflexión cuando les llegan comicios. Hágase pues, si es preciso, y sea abolida. Mejor eso que incumplir aquello que nos dimos en su día. Porque es cierto, no creo que haya quien realmente reflexione. La conversación con Antonio me lleva a augurar el final de esta práctica. Al menos que sea vía oficial y así no tendremos la sensación que se esté incumpliendo nada.

Y con todo, me joroba llegar al domingo sin el cese real de la campaña. De hecho, las imágenes de Rajoy corriendo, de Sánchez con la mujer, de Garzón ofreciendo churros a los periodistas, de Iglesias con un niño en brazos o de Rivera paseando son, realmente, mejor mensaje que escucharlos hablar. Pero qué hay de ese beneficio casi balsámico que tenía el silencio político que tenían las jornadas de reflexión cuando se respetaban?

Por el amor de Dios, aunque sea por hacer silencio, por terapia desintoxicadora! Llegar ante las urnas sin estridencias, serenos... Que el domingo será largo! Que la chicotá postelectoral nos volverá a traer de cabeza! Que en un mundo con tanto ruido como éste nos viene muy bien una calladita política de todos, infantería internauta de todos los colores del espectro incluída, para que la salud democrática no se vea marcada por la saturación!