Foto del Ayuntamiento |
Ésta última relata vida y milagros del trabajo de la Junta en materia de la promoción del polilingüismo de nuestros hijos. Y vuelta a empezar con una nueva concatenación de circunstancias reprochables. Entonces la alcaldesa recuerda que el Consistorio ha construido la nueva Escuela Oficial de Idiomas atendiendo a una necesidad que correspondía atender al Gobierno regional que ahora parece remolonear para aprobar la cesión y que los 2.000 alumnos afectados no tarden en abandonar el tercermundismo de su antigua sede.
Las casas sin barrer mientras alguien se queja de ello no obsta que casos como éste contemplado en Las Granjas ayer, primer día de clase, no termine teniendo una extraña gracia entre alegatos y alegatos. Y conste que son más los casos de resolución de los problemas que vienen sufriendo los pequeñajos administrados en el terreno de la Educación. La alcaldesa, de hecho, llegaba a la populosa barriada jerezana tras madrugar en Torrecera e inaugurar la flamante reforma de su colegio. Y la responsable de la Junta traía su lista.
Y en medio de todo ese vayvén de políticos sacando pecho con diligencia, periodistas sacando a la palestra todos estos líos, docentes queriendo quedar bien con uno y otro signo del espectro y padres farfullando su excepticismo... una vocecita encantadora se ocupaba de describir con menos palabras y más sentimiento la gran verdad de tan señalada jornada en la agenda de las familias: "Me gusta volver a clase porque estaba deseando jugar con mis compañeros y conocer a mi nueva maestra". Lo dicho.
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