Grito de guerra que representa siempre el más reivindicativo tono de cuantos son posibles repasados todos y cada uno de los sectores laborales posibles, el título de esta entrada de hoy puede parecer un llamado a sumarse a la manifestación prevista esta tarde en Cádiz. Nada más lejos de la realidad. Que vaya quien quiera. No en balde, y con respeto a todos los que crean lo contrario, siempre pensé que estas movidas no servían para mucho.
Y, con todo, me agarro a la posibilidad de que en este caso ocurra la excepción, aunque no sirviera más que para confirmar la regla. La esperanza es lo último que se pierde y, a decir verdad, mejor esto que quedarse en casita esperando a que a alguien se le ocurra hacer algo para animar la producción con la carga de trabajo suficiente para que sea suprimido de las agendas de los sindicatos todo intento de convocar una a las primeras de cambio.
Ojalá que pronto llegue la hora de olvidar esos otoños calentitos que nos llenaron siempre de eslóganes y banderas, ésos que nos regalan la oportunidad de cansarnos de medidas en la calle que tampoco han resuelto a lo largo de la historia laboral de la Bahía los mil y un problemas que poblaciones como Cádiz, San Fernando o Puerto Real soportan. Ánimo, sin embargo, a los que esta tarde se manifiesten. Les va a hacer falta visto el resultado de las anteriores.
Tachenko – Compañeros del metal
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