viernes, 27 de septiembre de 2013

Felicidades, claro!

Anoche celebré las bodas de plata de una empresa de la comunicación capaz de prescindir en su día de alguien que se había dejado la piel allí durante 16 de los 25 años conmemorados. Un periódico, en su momento apenas había más que eso, de grandezas y expansiones pregonadas en el acto del Cortijo de Ducha y también pequeñeces como el estilo para, de hoy para hoy, poner coto a un producto que les dio mucho crédito en esas esferas locales a las que juramenta su compromiso.

Viva Publicaciones del Sur pues. Sinceramente. Y manténgase de por vida al servicio de uno de esos objetivos periodísticos que siempre he valorado más: la información local tratada "con alma", parafraseando alguna de las intervenciones del acto al que acudí porque mis afectos a los compañeros y a esa etapa de mi vida profesional es tan innegable como directo el sentido de esta entrada en mi blog tras comprobar que, mal que les pese, algunas actitudes no cambian.

Es así como formulo mis más sinceras felicitaciones dirigiéndome a los compañeros, especialmente a esas tres criaturas que (experimentos al canto como hacer el primer periódico sin fotógrafos de España) debieron en algún momento ser casi los únicos y multiplicados pobladores de una redacción sobrada ya para entonces de espacio. En otras plantas sobraban otras cosas. No escuché que se les mencionara en el acto. Si hubiera ocurrido quizá me hubiera ahorrado esta entrada.

La red crece y los alfileritos salpican todo el territorio regional para orgullo de los jerifaltes del grupo. Hasta toca piropear a los nuevos aliados tan distintos ideológicamente a aquellos que pudieron condicionar entradas y salidas con tan mal estilo entonces. Quien los ha visto y quien los ve. En fin, los triunfos siempre llegaron tras pisoteo de aquellos que tocara en cada momento. Pero ayer podría haber escuchado algo que sonara a discreto lamento por lo ocurrido y no el mismo saludo chulesco de siempre.

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