La quimera del cobre

El Ayuntamiento de Jerez promete que esta semana reanuda las labores de reposición del cableado robado por aquella banda organizada que, en su momento, fuera localizada para alivio de unas calles que estaban pagando con la oscuridad semejante saqueo. Pero no bastó con la detención. A la vista está. Aún faltaba que se restableciera la normalidad en el alumbrado público.

Mucho cobre, en cualquier caso, el sustraído como para que la luz se haga para que, al menos por medio de las farolas, veamos claridad en el horizonte. 120 kilómetros de cables robaron y, con todo, ya habían sido restituidos 50. A por los otros 70 se dicen en el Consistorio pensando, seguramente, que habrá que poner siete ojos para que no vuelvan a volar camino de algún chatarrero colaborador, consciente o inconscientemente (que ninguno de ellos se enfade, por favor).

Mucho cobre, en cualquier caso. Y tanto cable no conduce más que, amén de la electricidad correspondiente, a pensar que el negocio vuelve a estar ahí para que, con una banda organizada o individual y espontáneamente, alguien intente de nuevo hacerse de oro por medio de una sustracción para la que la crisis o la sinvergonzonería han enseñado ya el camino. Ojo al parche.

FRANK T – Tantos cables