Agua que va a caer

Un solo de guitarra de Santana y una mirada al cielo desde mi terraza, que desde un noveno de El Almendral es maravilloso mirador de lo que ha de venir, abren mi sabadito tras el desayuno. Una y otra cosa se dan la mano en la preocupación, pese al relajo de fin de semana que ya me permite salir del atasco, por esas gentes que ejercen del Guadalete vecindad puerta con puerta tan peligrosa cuando el otoño llega con la lluvia que debe.

Ayer viernes cayó con ganas ese agua cantada por mi compañero de escritura y, aunque el solecito se pelea a esta hora con las nubes, el recuerdo se me va hacia La Greduela, Las Pachecas, La Ina, El Portalillo... Sus pobladores siguen allí. Y el río también. Hace apenas unas semanas oía al delegado del Gobierno, junto a los trabajos para despejar la colmatación de los canales de Buitrago o los Cejos del Inglés, que es el único que 'está en su casa'.

Entonces, finales de septiembre, se decía que en unos veinte días habrían concluido estos esfuerzos que dejaban en la zona una inversión de aproximadamente 72.000 euros. Ya debieron haber acabado. Falta probar la eficacia de lo realizado. Y yo, que soy muy partidario de no pelearme con la naturaleza en la convicción de que en efecto el Guadalete estaba allí mucho antes que los vecinos, hago votos porque la cosa funcione esta vez.

Escucha a Santana con algo distinto al archiconocido 'Europa'. "Malos tiempos, yo no quiero que me traigan desatino de mi soledad", canta antes de aquello otro: "Cuándo me va a llevar que se está nublando?". Pues hala, que agua que va a caer seguro que va a mojar. Ánimo a los expuestos a las inundaciones, el aislamiento y los riesgos de salir corriendo de casa. Y que los trabajos realizados en las riberas me dejen por embustero. Pero mucho me temo...

Santana – Agua Que Va Caer