Foto de Juan Carlos Corchado (madrugada de ayer domingo) |
«Dicen que es porque hay que iluminarlo bien para que la cámara de seguridad lo pueda estar grabando permanentemente». Pero, pese a la explicación municipal, Manuel Cazorla, el presidente de la asociación de vecinos de El Pinar, dice no entender el derroche de luz que, durante toda la madrugada y desde hace demasiado tiempo, alumbra el inactivo centro de educación vial dado por inaugurado, aunque aún falta algún equipamiento más, junto a su barriada a finales de 2009.
Menos claro aún resulta si se considera que, junto a la barra libre en materia de electricidad que reciben las instalaciones para aprender a conducir, los vecinos, justo al lado, sufren en su sede social el segundo de los cortes de luz recientes por impago desde el Ayuntamiento. Son las dependencias deportivas de ese vecindario, cerca de la Ronda Este, las que se han quedado nuevamente sin luz. Ocurrió el pasado 30 de julio. En ellas se aloja la actividad de la mencionada asociación de vecinos.
Y con todo, al final, es peor aún comprobar que, sin la necesaria corriente eléctrica, difícilmente pueden usarse, en la medida deseada, unas instalaciones que vienen siendo demandadas por una importante cantidad de habitantes de todas las edades tanto de la zona como de fuera de ella.
Varios polideportivos sin luz
No es la única instalación deportiva que sufre este corte del suministro por el impago municipal. La Constitución, Pozo de la Víbora, La Marquesa, La Granja, Picadueñas o La Pita son barrios que pueden hablar en similares términos a éstos en que los hace el presidente de la asociación de El Pinar. Esta pasada semana se ha producido otro caso de corte de suministro eléctrico: «Llegaron de Endesa a la asociación de la barriada de La Constitución y, por el impago del Ayuntamiento, se llevaron hasta el contador», dice Sebastián Peña, presidente de la federación de asociaciones de vecinos Solidaridad.
La situación alimenta otras anécdotas que cuenta el máximo representante del movimiento vecinal jerezano: «Llamaron desde el Pozo de la Víbora al Ayuntamiento quejándose de que no tenían luz y que tenían que hacer ciertas actividades y la respuesta que recibieron es que para darles luz a ellos tendrían que cortársela a otra asociación», señala Peña convencido de que, dadas las circunstancias, «aquí no hay otra que dar caña, sólo así hacen las cosas».
Manuel Cazorla, de otro lado, se queja mientras contempla el envidiable ascua de luz que disfruta el solitario centro de educación vial: «¿Qué es lo que se pretende con esta circunstancia?», recrimina al Ayuntamiento. «De buenas a primeras nos la quitan sin dar más explicaciones a las asociaciones, aguantando carretas y carretones», dice airadamente. En un suma y sigue interminable, el presidente de El Pinar escapa, aunque sólo momentáneamente, del asunto de la luz para quejarse del deterioro general de las instalaciones deportivas ahora en penumbra y que en su día se inauguraran con regocijo.
Es la crisis la que pone entre la espada y la pared al Ayuntamiento de Jerez. Pero son los barrios los que ven materializados los consecuentes recortes. Y los vecinos lo llevan peor si, justo al lado, han de sufrir derroches que jamás entenderán.
Escasa circulación en el parque vial
La luz que alumbra el centro de educación vial no sólo evidencia el derroche del suministro que viene faltando en tantas dependencias vecinales sino que deja más a las claras el nulo uso del que hacen gala. Fue el 9 de diciembre de 2009 cuando la alcaldesa, Pilar Sánchez, acompañada por el jefe provincial de Tráfico, Luis Javier Herrero, daba por inauguradas estas dependencias que ocupan 6.800 metros cuadrados.
Han costado 335.922 euros financiados con cargo al Plan E y que, tras seis meses de obras, esperaban la visita de 18.000 escolares. Se anunció su entrada en funcionamiento en enero pero ya era junio cuando la concejala del PP Lidia Menacho llevó al pleno una pregunta al respecto. Entonces se contestó que faltaba por construir el aula formativa.
Escapes de agua en las fuentes
«Éste es un ejemplo claro de la ineficacia del gobierno socialista, que mantiene instalaciones sin uso con luz y, en cambio, aquellas instalaciones que dan servicio a barriadas populosas como La Pita, El Pinar o La Granja se quedan sin servicio». Así surge la queja en el seno del grupo municipal del PP, en el que no se duda en hablar de «un caos en el pago de los servicios básicos, como es la luz, que se puede trasladar a cualquier otra faceta que toque este gobierno ineficaz de Pilar Sánchez».
Una pista sobre estos otros ámbitos de la gestión pública en los que la oposición aprecia derroches innecesarios llega por medio de otro fluido distinto: el agua que se pierde, de modo incontrolado, desde diversas fuentes de la ciudad. Las denuncias han venido llegando en las últimas semanas, por ejemplo, de la mano de los habituales de la plaza del Arenal, que han encontrado un verdadero río que, desde la fuente que la preside y pasando bajo el tiovivo instalado por Acoje en el lugar, «ha llegado incluso a calle Lancería». Así lo señalan algunos comerciantes de la zona aunque ahora parece controlado.
Una pista sobre estos otros ámbitos de la gestión pública en los que la oposición aprecia derroches innecesarios llega por medio de otro fluido distinto: el agua que se pierde, de modo incontrolado, desde diversas fuentes de la ciudad. Las denuncias han venido llegando en las últimas semanas, por ejemplo, de la mano de los habituales de la plaza del Arenal, que han encontrado un verdadero río que, desde la fuente que la preside y pasando bajo el tiovivo instalado por Acoje en el lugar, «ha llegado incluso a calle Lancería». Así lo señalan algunos comerciantes de la zona aunque ahora parece controlado.
Un recorrido al alcance de cualquier ciudadano permite advertir algunas pérdidas más en otras fuentes públicas como las del carruaje en la plaza del Mamelón o la circular de la Rotonda de los Casinos, justo a la entrada del tramo peatonalizado de la calle Larga. Se trata de algunas evidencias que ponen en entredicho la eficacia de un mantenimiento de estos equipamientos públicos de la ciudad que suponen un gasto de unos 370.000 euros anuales.
(La Voz, 30-Agosto-2010)
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