Un centro para interpretar un río que antes hay que limpiar

Alzado sur del proyecto

La extraña soledad en la que se quedan los socialistas al frente del Ayuntamiento de Jerez ante un proyecto al que es fácil encontrarle ventajas, el centro de interpretación del Guadalete cerca de La Cartuja, pone de relieve el consenso, que reúne a todas las instancias políticas y sociales pero al que parece ajeno el gobierno local, en torno a una reordenación de prioridades exigida por vía de urgencia.
«No es el momento oportuno para gastarnos un dinero público que tendría que ir al río directamente», dice, por ejemplo, Agustín de la Flor, portavoz de la Federación de Asociaciones de Vecinos Solidaridad. No se le escapa que la limpieza del cauce en evitación de nuevas inundaciones cuando llegue el otoño es cosa de la Agencia Andaluza del Agua (Junta de Andalucía) y que el centro de marras llega vía Plan E (Gobierno de la nación). Pero «lo primero es lo primero».
Una paradoja posible ilustra el sentido de las palabras del representante vecinal: «Podría ser hasta irónico que los vecinos, cuando lleguen las inundaciones tras no haberse limpiado el río como hace falta, tuvieran el centro de interpretación como lugar de refugio por no haberse atendido al Guadalete con un orden de prioridades lógico». Él, sin embargo, lo tiene claro: «Lo dicen los vecinos de la zona, lo primero es la limpieza del cauce».
Una alternativa más barata 
Unión Progreso y Democracia (UPyD) también ha salido a la palestra con una nota al respecto que evidencia, con la posibilidad de usar para ello el aula de la naturaleza de la cercana finca de Santa Teresa, «la irresponsable falta de planificación, seriedad y profesionalidad de la Administración municipal, despilfarrar el dinero de los contribuyentes sin tener en cuenta la viabilidad de un proyecto, ni la opinión de los agentes sociales implicados».
Lo que, ante todo ello, señala la delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento, África Becerra, tiene que ver, tras reconocer la primera intención puesta en Santa Teresa, con que estas instalaciones «se encuentran alejadas del río, hay que cruzar una carretera y, dentro de las previsiones del itinerario que tenía ya diseñado la Agencia Andaluza del Agua entre La Ina y La Corta, se encontraba esta parcela en la que se construirá».
El pasado 25 de junio fue publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el anuncio de licitación de las obras cuyo contrato, con cargo al Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local, señalaba, entre otros detalles necesarios para optar al contrato, que el centro de interpretación del río ha de estar concluido y entregado el 31 de diciembre de este año 2010.
Sobran 900 árboles
El presupuesto base que se publica para la mencionada licitación, orientativo en cualquier caso toda vez que se estipulan ponderaciones por mejora de precio como es costumbre en estas contrataciones públicas, es de 323.296,19 euros (IVA excluido). Serán 16 los trabajadores que se hagan cargo de la construcción, tenían 8 meses para su ejecución y debió licitarse a finales del pasado mes de julio.
Mientras tanto, no hay mucho noticioso al respecto de la necesaria limpieza del río. «Hay que retirar alrededor de 900 árboles que han nacido dentro del río por falta de mantenimiento de la antigua Confederación Hidrográfica del Guadalquivir o de la Agencia Andaluza del Agua, que tiene las competencias desde hace dos años», señala De la Flor. La retención que esa presencia vegetal crea del drenaje natural del río es la que, cuando llegan las grandes avenidas del otoño e invierno, creo los problemas junto a los cuatro pantanos y una presa de su cauce, ahora llenas casi en la totalidad de su capacidad.
(La Voz, 17-Agosto-2010)