Los ganaderos son los que menos ordeñan

«Estamos produciendo leche casi como hace 20 años y los ganaderos se están marchando», lamenta Juan Sánchez, de Prolaga. Las quejas generalizadas en toda Andalucía por este abandono de numerosas explotaciones y un descenso del 20% en el número de cabezas de ganado, como señala la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), quedan expresadas en Jerez y resto de la provincia en una cifra que este miembro de la organización agraria Asaja fija en unas 60 explotaciones, «más no hay». El término municipal jerezano y Rota, con algo en Conil, Puerto Real y Arcos, concentran la mayor parte de estas instalaciones.
El precio que cobran los ganaderos por litro de leche es tan nimio que la producción se está haciendo insostenible. «Hablamos, por término medio, de unos 30 céntimos de euro (unas 50 pesetas)», dice Sánchez matizando en función de la calidad aunque «ahora en verano el calor no lo pone fácil». Por ello no cesa la pérdida de explotaciones: «En julio se han perdido tres más, desgraciadamente esto es como el grifo que va perdiendo agua gota a gota», insiste.
Aguantando el tirón
Que la caída se esté produciendo de modo tan lento, como imparable por otra parte, tiene que ver con la salvaguarda que, al fin y al cabo, brinda que más del 80% de las explotaciones ganaderas dedicadas a la producción láctea sean negocios familiares. «Éstas sí que aguantan carretas y carretones», añade Juan Sánchez. Sólo así se entiende que se siga viviendo con márgenes que apenas dejan 5 céntimos al ganadero cuando el gasto que genera cada litro producido se acerca a los 30 céntimos .
La paradoja se ceba, por otra parte, con unos hombres y mujeres que si mantienen su 'modus vivendi' entre sus vacas lecheras es porque «con más de 50 y 60 años que tienen la mayoría, tú me dirás a dónde van a ir a ganarse la vida. Pues aguantan hasta que ya no pueden más», sentencia Sánchez «ésa es la pura realidad en la provincia de Cádiz». Por ello la pérdida es tan lenta y paulatina en el sector.
También menos animales
El número de cabezas de ganado también nutre estos datos clamorosos a la hora de describir la situación. «Entre 100 ó 110 animales por ganadero», dice el representante de Prolaga en referencia a todo el ganado lechero del que disponga. En 4.500 vacas cifra el volumen de animales con mayor dedicación a esta producción mientras que «en ganado más chico» apenas si quedarán unas 2.000 cabezas, dice sobre cabras u ovejas.
Una mirada hacia adelante desvela que las cosas no parece que se vayan a poner mejor en breve: «La industria ofrece el silencio por respuesta aunque, desgraciadamente, estamos en manos de ellos». Juan Sánchez lamenta que «manipulan y ponen los precios que les da la gana». «Las grandes cadenas de distribución están llevando a cabo políticas abusivas», como también denuncia desde UPA-Andalucía Fidel Castilla, secretario de Ganadería y Medio Ambiente. Por contra, el maíz, la cebada o la soja, para la alimentación del ganado, «está por las nubes», dice Sánchez. El agravio comienza a hacerse insoportable aunque en el campo aguantan mientras son otros los que ordeñan los mayores beneficios de una actividad que languidece.
(La Voz, 9-Agosto-10)