Hace sólo un mes de la desgracia y la ciudad parece haberse olvidado ya de las inundaciones sufridas por Pakistán. Lo ha hecho cuando apenas ha contribuido con unos 2.000 euros de ayuda para ese territorio centroasiático. Cáritas diocesana facilita el dato recordando que la generosidad jerezana está acostumbrada a mayores entregas. Y no hay que irse muy lejos para encontrar, a comienzos de este mismo año 2010, el caso del terremoto de Haití. Entonces fueron un total de 192.000 euros los recogidos en Jerez y resto de la diócesis para contribuir a que el país caribeño levantara cabeza.
«Muchos expertos, incluso pertenecientes a las Naciones Unidas, consideran que lo que ha ocurrido en Pakistán es una catástrofe que debe calificarse de colosal», dice José Benítez, delegado episcopal de Cáritas de Asidonia-Jerez, quien recuerda el millón de desplazados que han generado ya aquellas inundaciones así como el volumen de personas afectadas en su patrimonio o su integridad de diverso modo (entre 17 y 22 millones). Y, para mayor preocupación, esta pasada semana se han reproducido los desbordamientos de las aguas de ríos y embalses de las provincias sureñas. La catástrofe estremece.
Equívoco inconsciente
«La diferencia con Haití consiste en que aquello fue de un efecto público inmediato: llega un terremoto, cae un sinfín de casas y muere mucha gente y eso impacta en todo el mundo a través de los medios», explica Benítez que compara aquello con esto otro señalando que «está pasando más inadvertido y está creando la conciencia de que no es tan aparatoso como lo de la isla caribeña». «También tuvo que ver la cantidad de gente de fuera que se vio afectada y que llegaron a morir o que, de hecho, muriera el arzobispo haitiano o los seminaristas», añade Juan de los Ríos, director de Cáritas.
Romper con ese equívoco en el que inconscientemente pueda estar cayendo la opinión pública mundial al respecto de la presente catástrofe de Pakistán es el objetivo que se está proponiendo Cáritas. No en balde, y pese a cuánto limite la actual crisis la capacidad de colaboración de los ciudadanos, entienden que diferencia tan grande en el volumen de ayuda con respecto al caso haitiano sólo puede responder a la escasa información que pueda estar llegando al consumidor final de los medios de comunicación social.
También a nivel mundial
La reacción española, o la mundial en general, no es mucho más halagüeña que la efectuada en el ámbito local jerezano. El diferencial de la ayuda internacional en las últimas catástrofes señala, en datos de Intermón Oxfam, que, en los diez primeros días de respuesta humanitaria, se han sabido generar 495 dólares por damnificado tras el terremoto de Haití en el pasado mes de enero, 70 dólares por damnificado en el que azotó a Pakistán en octubre del año 2005 o 46 dólares por cada una de las víctimas del ciclón Nargis que asoló Birmania, otro país asiático, en el mes de mayo del año 2008.
¿Cuánto se ha aportado por damnificado con motivo de las inundaciones que durante este mes de agosto han afectado a Pakistán? Tan sólo 3,2 dólares. La multiconferencia convocada por Cáritas Internacional -con participación de las nacionales de Pakistán, Estados Unidos, Holanda, Irlanda, Noruega, la República Checa, Francia, Australia, Alemania, Suiza, Luxemburgo, Bélgica, Italia, Canadá y España- insiste en «hacer un llamamiento urgente ante las grandes necesidades que se están padeciendo en Pakistán», expresa vehementemente José Benítez intentando transmitir ese entusiasmo en Jerez.
Mensaje insistente
La recuperación de la vivienda perdida por la inundación, la superación de la inflación en los precios (el 400% en el precio de la gasolina) con que se encuentran ante la carestía u otros retos que la población pakistaní ha de afrontar ahora se están encontrando, sin embargo, con la corta reacción de los países desarrollados que se atribuye «al verano, a la crisis o, sencillamente, a que la gente solidaria es la que menos tiene». Sea como fuere, Cáritas de Asidonia-Jerez se propone que esta tierra responda como en otras ocasiones y, para ello, se recuerdan las cuentas solidarias dispuestas a recibir las ayudas:
Banco de Santander. 0049-1892-69-27102166626
La Caixa. 2100-2208-30-0200263083
La Caixa. 2100-2208-30-0200263083
Banesto. 0030-1001-37-0007654271
Caja Madrid. 2038-1028-19-6001027255
Banco Popular. 0075-0001-85-06070338993
Sabadell-Atlántico. 0081-0216-71-0001307435 CECA. 2000-0002-24-9100382601
BBVA. 0182-2000-21-0201508699(La Voz, 30-Agosto-2010)
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