Imagen de los carteles en la frontera con Marruecos en Melilla |
"Fue a por tabaco y nunca más volvió". La frase es sinónimo de escaqueo. Castizo, sí, pero eficaz aserto que define bien un estado de cosas por el que prima la 'política del avestruz'. Así se está despachando el Gobierno socialista el conflicto de las fronteras de nuestras ciudades norteafricanas con el vecino marroquí.
No hay quien, por ejemplo, aparezca por Melilla desde el Ejecutivo, aunque sea sólo para evidenciar el apoyo a las policías españolas denigradas y no para defender la integridad territorial (que también sería legítimo). Eso sí, si alguien ocupa el hueco dejado (José María Aznar o Esteban González Pons) se critica.
Y ahora me choca que quienes se creyeron únicos defensores de la mujer, formulando dudas de otros modos más naturales de favorecer la presencia en igualdad en todos los ámbitos de la vida, se callen por respeto, temor o, sencillamente, porque los marroquies no son los 'fachas' del país.
Bibiana Aído, la ministra de Igualdad, sigue de vacaciones. Dicen que ha emitido un comunicado. Pero a mí no me basta. Se ha escaqueado. Los magrebíes -tan 'igualitarios' ellos- no son su enemigo. Y ello indica que de lo que se trata no es tanto de defender la igualdad sino de pisotear a quienes cree que no lo hacen. Salvo que sean marroquies.
Con mesura lo digo: si había alguna nobleza en ciertas políticas que, a mi juicio, no buscan la igualdad verdadera sino la doblegación del varón a costa de lo que sea, la ministra lo mandó todo a... Tengo madre, esposa, suegra, hija, hermanas, cuñadas, tías, sobrinas, amigas, compañeras... Y mis mejores deseos serán siempre para ellas.
Otra cosa es dejarse manosear para, de cara a la galería, hacer política de salón pero negarse a bajar al barro y arremangarse. Y eso es lamentable. Por eso estoy indignado. En plena crisis, el gasto en ese departamento siempre me pareció gratuito. Ahora, además, lo considero, visto lo visto, grotesco.
Gaby, completamente de acuerdo contigo, existe una política hipócrita de mirar hacia otro lado desde el Ministerio de las desigualdades por intereses partidistas, no creo que haga falta una declaración de guerra a Marruecos, por estos acontecimientos a los que ya nos tiene acostumbrados. Pero si dejar claro la postura del Gobierno de apoyo a estos y estas trabajadores/as de la seguridad con una visita de respaldo hacia ellos, dejando claro que la soberanía de Ceuta y Melilla es incuestionable que al final es el transfondo de la cuestión. No utilizar al Rey para estos menesteres con llamaditas, haber hombre haz el favor de ........
ResponderEliminarAunque lo mio es lo local existen cosas que te hacen chirriar los dientes.