lunes, 16 de agosto de 2010

Guadalcacín contra el botellón

Foto de Javier Fernández
Los vecinos de Guadalcacín volvieron a salir a la calle la noche de este pasado sábado con el ánimo de «ver qué pasa y en función de lo que nos encontremos decidir qué hacemos», como señalaba una de las personas que se quejan de las molestias que les ocasionan los jóvenes que hacen botellón en la pedanía. Tras las movilizaciones del verano pasado y lo que han venido ofreciendo los fines de semana estivales de este año, no falta quien ya pone de manifiesto su disposición a no aguantar nuevas concentraciones masivas en las noches de salidas juveniles, con cuanto aportan, en las horas del descanso nocturno, de ruidos y problemas de limpieza.
El entorno de la Cañada Real, la travesía de la pedanía en la que se encuentra la popular discoteca que atrae el ambiente que es causante de la protesta, fue el punto en el que los guadalcacileños pusieron una vez más el punto de mira. «Yo estuve dando una vuelta por la zona sobre las cuatro de la madrugada y había algunos grupos haciendo botellón aunque, a decir verdad, sin provocar demasiado ruido ni otras molestias», reconocía ayer Ana María Lirio, alcaldesa de Guadalcacín. Pendiente de la situación aunque restando yerro por aquello que, objetivamente, reconocía haber comprobado en su recorrido nocturno, Lirio se prepara, en cualquier caso, para tomar decisiones tras algún encuentro con vecinos previsto esta semana.
No faltaron agentes tanto de la Policía Local como de la Guardia Civil en la noche del sábado. La petición de esta presencia fue reiterada previamente por la alcaldesa de Guadalcacín, que ya se quejaba antes por la inconstancia de una presencia que se venía circunscribiendo a las primeras horas de la noche pese a que la algarabía se suele mantener durante toda la madrugada hasta la llegada, incluso, de las primeras horas de la mañana.
Un inconveniente circunstancial, en esta ocasión, vino de la mano de la fatalidad de sendos accidentes mortales sufridos sobre las cuatro de la madrugada. La cuestión es que pudieron hacer falta los agentes presentes en Guadalcacín en esos otros puntos trágicos del término municipal jerezano: La Guareña y la autovía A-IV.
En cualquier caso, y con las referencias tomadas en este nuevo fin de semana, Ana María Lirio mantendrá una reunión con algunos de los vecinos que se consideran más afectados. El encuentro tendrá lugar mañana martes «o en la mañana del miércoles», como reconocía la alcaldesa guadalcacileña. A partir de ahí podrían tomarse otro tipo de decisiones.
(La Voz, 16-Agosto-2010)

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