Noveno día de ayuno en la Alcaldía de La Barca y apoyo generalizado fuera. Y basta con asomarse a la plaza del Ayuntamiento. Al fresco de los árboles, vecinos de la pedanía hablan de Roque Valenzuela, el alcalde en huelga de hambre contra la situación que las deudas por impagos del Consistorio matriz de Jerez imponen.
«Roque es una persona valiente que está luchando por su pueblo», dice Gabriel González. «Yo estoy con él a muerte», añade negando que sea siquiera de los que, pese al apoyo, le afee la huelga por cuestiones de salud. Buscar entre los barqueños posiciones en contra de la medida es encontrar, básicamente, a quienes lo hacen desde la preocupación por él. Insistir en esa línea es toparse, si acaso, con los que, sin querer dar nombre, denuncian, por ejemplo, que no fuera contratado en su día: «Me da igual lo que haga», dice uno.
La de González tampoco parece opinión especialmente objetiva: «He sido de las personas que ha luchado mucho con él para ganar la Alcaldía de La Barca desde el PSOE y tenía mucho empeño en que ganara también el partido en Jerez y aliviar todos estos problemas, pero estamos desengañados». Julia Pérez también halaga a Valenzuela: «Está luchando por el pueblo y tenemos que apoyarlo». «Yo no soy pelota del alcalde, lo que quiero es que esto se solucione», dice.
Es fácil toparse con algún Valenzuela más en La Barca. Pero ello no obsta para que Manolo lo apoye: «No lo defiendo porque sea familia, desde que el Ayuntamiento existe he luchado por La Barca, sea con el que sea alcalde». Lo cierto es que, en referencia a la precariedad denunciada, «esta problemática es de toda la vida y si a La Barca le corresponde equis hay que dárselo».
Salvador Rosado, por su parte, valora la medida adoptada si bien reconoce que «no hubo que llegar a esto». «Se está pidiendo una cosa que se nos debe», añade junto a Aurora Ayala. Para ella, que llega a mencionar la palabra segregación no hay otra: «Claro que lo apoyo, nos consideran ciudadanos de segunda». Ambos insisten en la necesidad de participar en la manifestación de este próximo martes.
Un cartel anuncia, a la entrada del Ayuntamiento barqueño, esta movilización que traerá a los vecinos al centro. «Marcha pacífica» llama este anuncio al camino dispuesto entre el Mamelón y el Ayuntamiento de la ciudad. Tendrá lugar a las 12.00 horas y la señalan «en apoyo de al alcalde de La Barca y su reivindicación». A decir verdad, la mayor parte de los pronunciamientos hacen propia la queja de Roque.
«Roque es una persona valiente que está luchando por su pueblo», dice Gabriel González. «Yo estoy con él a muerte», añade negando que sea siquiera de los que, pese al apoyo, le afee la huelga por cuestiones de salud. Buscar entre los barqueños posiciones en contra de la medida es encontrar, básicamente, a quienes lo hacen desde la preocupación por él. Insistir en esa línea es toparse, si acaso, con los que, sin querer dar nombre, denuncian, por ejemplo, que no fuera contratado en su día: «Me da igual lo que haga», dice uno.
La de González tampoco parece opinión especialmente objetiva: «He sido de las personas que ha luchado mucho con él para ganar la Alcaldía de La Barca desde el PSOE y tenía mucho empeño en que ganara también el partido en Jerez y aliviar todos estos problemas, pero estamos desengañados». Julia Pérez también halaga a Valenzuela: «Está luchando por el pueblo y tenemos que apoyarlo». «Yo no soy pelota del alcalde, lo que quiero es que esto se solucione», dice.
Es fácil toparse con algún Valenzuela más en La Barca. Pero ello no obsta para que Manolo lo apoye: «No lo defiendo porque sea familia, desde que el Ayuntamiento existe he luchado por La Barca, sea con el que sea alcalde». Lo cierto es que, en referencia a la precariedad denunciada, «esta problemática es de toda la vida y si a La Barca le corresponde equis hay que dárselo».
Salvador Rosado, por su parte, valora la medida adoptada si bien reconoce que «no hubo que llegar a esto». «Se está pidiendo una cosa que se nos debe», añade junto a Aurora Ayala. Para ella, que llega a mencionar la palabra segregación no hay otra: «Claro que lo apoyo, nos consideran ciudadanos de segunda». Ambos insisten en la necesidad de participar en la manifestación de este próximo martes.
Un cartel anuncia, a la entrada del Ayuntamiento barqueño, esta movilización que traerá a los vecinos al centro. «Marcha pacífica» llama este anuncio al camino dispuesto entre el Mamelón y el Ayuntamiento de la ciudad. Tendrá lugar a las 12.00 horas y la señalan «en apoyo de al alcalde de La Barca y su reivindicación». A decir verdad, la mayor parte de los pronunciamientos hacen propia la queja de Roque.
Dentro, y siempre acompañado, Valenzuela muestra un punto de satisfacción por la visita que recibió la noche de este pasado viernes. Eran los concejales Francisco Lebrero, José Manuel Jiménez y María del Carmen Martínez y «no traían mucho en las manos», lamenta el alcalde pedáneo. «Pero la voluntad de sentarse en una mesa ya es un paso», comenta. Los ediles jerezanos plantearon negociar directamente con Endesa, empresa a la que La Barca debe 45.000 euros, para evitar cortes de suministro eléctrico -Valenzuela lo quiere por escrito- así como llegaron a mencionar la posibilidad de costear la mitad de los 60.000 euros necesarios para la Feria, que comienza este próximo miércoles
(La Voz, 1-Agosto-2010)
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