lunes, 28 de noviembre de 2011

Vuelven a sonar las zambombas


La Sala Paúl bullía ambiente juvenil mientras una ONG se dejaba embaucar por el aire rociero en la suya, tres cofradías imponían sus trazas en el casco histórico, y un círculo de amigos hacían lo propio cerquita de algunas de estas últimas. La ciudad se estrenaba ayer al carrizo en una nueva prenavidad cargada de aquello que, pese a las particulares atmósferas que cada institución o edad imperante impongan, es su denominador común: el sonido tradicional de nuestra tierra y las letras más características de los villancicos y coplas de la Nochebuena jerezana.
Comienza la temporada y, durante aproximadamente un mes, una amplia agenda, que el propio Ayuntamiento se ha ocupado de reunir para uso y disfrute de aquellos interesados en las tradiciones, se abre para los próximos fines de semana. Y el Consistorio, de hecho, puso en marcha ayer una de las ofertadas, la de la Casa de la Juventud. Los chicos y chicas de la ciudad pudieron estar en contacto con la genuina celebración de la Navidad según Jerez. El buen ambiente mandó en esta convocatoria dada a ofertar a los jóvenes aquella diversión propia de estas fechas.
El carácter benéfico, sin embargo, fue motor de la mayor parte de las otras. Las de Madre Coraje en el Bodegón la Blanca Paloma, el denominado Círculo de la Amistad en la plaza de las Cocheras, la hermandad del Prendimiento en la calle Zarza, la del Nazareno en la plaza del Cubo o la del Cristo del Amor en su propia casa de hermandad fueron muy visitadas. Es más, compusieron un rosario de posibilidades que, en función de las ganas de cada cuál, terminó constituyendo una ruta digna de ser recorrida con dispendio y desenvoltura.
La programación queda abierta y, en adelante, los viernes, sábados y domingos, sobre todo, se convierten en destino aconsejable.
(La Voz, 27.Noviembre-2011)

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