domingo, 13 de noviembre de 2011

La marea tuna toma el centro de la ciudad

Foto de Eva Lindberg.
Las capas negras y las cintas de colores, cuando no las indumentarias que mezclaban otros ingredientes descubriendo a los pardillos de cada una de las tunas, llenaron el mediodía del sábado en el centro. Los pasacalles, primero, y las rondas ante balcones como el del Ayuntamiento, después, crearon un extraordinario ambiente que reunió, en el común tono elocuente de los participantes, acentos andaluces, madrileños, catalanes, castellanos, canarios o murcianos. Y consiguieron reunir a numeroso público entre las personas presentes en el centro.
‘Boquerón’, de Castellón, asegura, con la voz curtida tras descubrir la noche jerezana el primer día del XXV Certamen Nacional de Tunas de Económicas y Empresariales, que hay cosas que no cambian en el espíritu de lo que otrora llamaron estudiantinas. «Salimos del hotel con la intención de regresar pronto pero se lió la cosa, entramos en un bar y luego en otro y en otro más...», confiesa Adrián Rodríguez, que a esa identidad responde el apelativo anterior. Pero entre bar y bar también hubo alguna canción, muy celebradas por cierto porque «aquí en Jerez sois muy animados y os las sabéis todas», explica.
Cantantes entre los 18 y los 60 años, pertenecientes a universidades de toda España aunque algunos evidentemente licenciados hace décadas, hicieron de sus formas estéticas toda una marea que inundó Cristina, Larga, Alameda del Banco, Lancería, Arenal, Plateros o Consitorio. Ni el viento imperante hizo otra cosa que contribuir el vuelo de las capas y la búsqueda del cobijo en esos rincones en los que las tunas hicieron gala del buen humor que las caracteriza.
«Desde que he llegado aún no he tenido que cantar ‘Clavelitos’, y espero que siga así por mucho tiempo», dice ‘Boquerón’, quien completa el recordatorio de que el colofón del certamen los colocaría ante la tesitura de no poder eludir el himno tuno por excelencia: «Pero eso porque no hay más remedio». «Se canta porque tenemos el compromiso pero nos tiene aburridísimos», confiesa inmediatamente antes de que toda la estudiantina de Económicas de Barcelona se ofrezca a cantar una de aquellas que los tunos del siglo XXI han incluido en el clásico repertorio de siempre.
Un espíritu que pervive
«Pese a todo esperamos que nuestra bien merecida fama de vividores, aquella que venimos arrastrando desde casi la Edad Media, no cambie nunca», insiste el estudiante castellonense asegurando que «nada tendría sentido si se pierde ese espíritu». «Si en tantos cambios de regímenes no han desaparecido, esto va para largo», explica Héctor Valle, el jefe de la tuna jerezana de Empresariales. El éxito de convocatoria quedó, además, confirmado en la ciudad, donde terminaron «más tunas de las esperadas».
El responsable del grupo anfitrión celebró que, por medio de esta iniciativa que ha contado con el apoyo de Acoje y de Down Jerez Aspanido, esta formación musical fuera más conocida en la ciudad. Los comerciantes del centro, por su parte, también tenían algo que celebrar y, aunque especialmente los hosteleros, todos notaron en la animación de la calle argumentos para la esperanza.
(La Voz, 13-Noviembre-2011)

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