El misterio de su ser y la esencia de su misión se concentraban en ese título por pura inspiración divina. No nos presenta a María sóla, sino en relación con Jesús y, a través de Él, con toda la Trinidad. Y así la vemos aquí. El Niño sobre su brazo izquierdo, aunque su primera iconografía puso a Jesús de pie ante Ella. El Corazón del Hijo es el centro de la escena y la mano derecha de la Madre lo señala así. Y aunque ésta, que es imagen de la segunda presentación con que se dotó a Nuestra Señora del Sagrado Corazón, tiene al Redentor con los brazos abiertos, la tercera y definitiva iconografía, la que más se generaliza ya en todo el mundo, hace que el Niño señale a la Virgen.
Desde la Virgen, el brazo inicia toda una circunferencia bendita que llega a Jesús pero que Éste completa devolviendo parte de su capacidad redentora a la Virgen, a la que dirige la mirada de todos con el dedito índice de su mano derecha. Ahí reside toda esa carga teológica que semejante advocación mariana integra, ahí un modo gráfico -geométrico si me lo permiten- de entender como Ella nos remite a Dios que ya la eligió para encarnarse pero que sigue siendo mostrada, hoy más que nunca, como puerta de acceso a sus gracias...
Desde la Virgen, el brazo inicia toda una circunferencia bendita que llega a Jesús pero que Éste completa devolviendo parte de su capacidad redentora a la Virgen, a la que dirige la mirada de todos con el dedito índice de su mano derecha. Ahí reside toda esa carga teológica que semejante advocación mariana integra, ahí un modo gráfico -geométrico si me lo permiten- de entender como Ella nos remite a Dios que ya la eligió para encarnarse pero que sigue siendo mostrada, hoy más que nunca, como puerta de acceso a sus gracias...
Cincunferencia bendita
de expresiva teología,
tratado de geometría
que a la oración nos invita.
De mayo a mayo alegría
de niños y de mayores,
en primavera clamores
de Montealto a María.
Ya llegaron los calores,
verdadera sinrazón
convertida en diapasón
del mayor de los amores.
Fijaros, que es ocasión
de seguir con la mirada
la más dulce campanada
del altar del corazón.
La diestra es mano alzada
por la Virgen misionera,
con ella acaricia y vela
el Amor que Dios regala.
Y Jesús, que mientras juega
a su Madre ya señala,
nos enseña, jala y jala,
que María es la primera.
Un sístole que se embala
tras diástole anterior,
corazón vivo y primor
en el centro de la escala...
...de valores que al amor
de Cristo ya nos guarecen,
de arritmia nunca padece
porque lo bombea Dios.
¡Haz, Señor, que a tí te recen
si cabe con más unción
quienes ven la relación
que en esos brazos florece!
¡¡Haz compás y cartabón
de nuestros ojos ahora
que admiren ya sin demora
al Sagrado Corazón!!
¡¡¡Quien la conoce la adora!!!
¡¡¡Ante Ella no hay tangentes!!!
¡¡¡Haced crecer el candente
amor a Nuestra Señora!!!
de expresiva teología,
tratado de geometría
que a la oración nos invita.
De mayo a mayo alegría
de niños y de mayores,
en primavera clamores
de Montealto a María.
Ya llegaron los calores,
verdadera sinrazón
convertida en diapasón
del mayor de los amores.
Fijaros, que es ocasión
de seguir con la mirada
la más dulce campanada
del altar del corazón.
La diestra es mano alzada
por la Virgen misionera,
con ella acaricia y vela
el Amor que Dios regala.
Y Jesús, que mientras juega
a su Madre ya señala,
nos enseña, jala y jala,
que María es la primera.
Un sístole que se embala
tras diástole anterior,
corazón vivo y primor
en el centro de la escala...
...de valores que al amor
de Cristo ya nos guarecen,
de arritmia nunca padece
porque lo bombea Dios.
¡Haz, Señor, que a tí te recen
si cabe con más unción
quienes ven la relación
que en esos brazos florece!
¡¡Haz compás y cartabón
de nuestros ojos ahora
que admiren ya sin demora
al Sagrado Corazón!!
¡¡¡Quien la conoce la adora!!!
¡¡¡Ante Ella no hay tangentes!!!
¡¡¡Haced crecer el candente
amor a Nuestra Señora!!!
(Del Pregón a Ntra.Sra.del Sgdo.Corazón, hoy en Montealto)
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