
Es una convocatoria del Consejo de Natera para hermanos mayores y plumillas. Pero desde unos y otros llegan ecos de desbandada. Y no precisamente por la ubicación del restaurante. De aquellos polvos estos lodos. Qué le vamos a hacer. El problema es que, los que irán y los que no, todos hemos de dejar de decirnos las cosas con gestos (caso de las presumibles ausencias). También lo es, un problema digo, que hablar no arregle nada de un tiempo a esta parte.
Yo estaré en directo hasta las cinco. Pasadlo bien y disculpadme.
(La Voz, 10-05-09)
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