
Una de las apuestas de Khana es la Unión Europea. La otra es China. Ya vaticina, de aquí a veinte años, una tríada mundial, a 20% de la economía global por barba, que ofrecerá el triple empate de estas dos unidades políticas con Estados Unidos. A sus treinta y dos años se atreve a cuestionar la rentabilidad que le ha traído a su país disponer del Ejército más poderoso mientras habla de la más alta calidad de vida de Europa. También dice que la mitad de la población mundial confía en China. Conclusión: nadie es el amo del universo. Otra: la disputa del poder no es cosa sólo de naciones sino de multinacionales, organizaciones religiosas, terroristas... Ni siquiera es, por tanto, que el Este reemplace al Oeste, o el Pacífico al Atlántico. Ni de aliados claros.
Dice que estamos en una nueva Edad Media. Y también que el Renacimiento nos queda aún lejos. El cuestionario de Carlos Manuel Sánchez es bueno. Y las respuestas del asesor de Obama nos van hundiendo, aún en medio de los brillos de la post-modernidad, en los agrisados tonos de aquellas sociedades feudales. Y habla de la actual crisis, claro. America debe europeizarse, añade consignando nuestra más cercana salida del hoyo frente al gigante del siglo XX. La mirada de Europa al Magreb es puesta como ejemplo. En lo de la necesidad de las inversiones de los países desarrollados en ésos otros susceptibles de ser origen de conflictos no se equivoca nada. Leer la entrevista es como vivir terror milenarista nueve años después del cambio de siglo.
Tiempo de cambios tenemos y habrá que estar pendiente de ellos. Así lo sugiere Khana, quien asegura que pasó miedo en Venezuela. No me extraña. Quizá allí se convenciera de que las inversiones en los países subdesarrollados no garantiza la paz y el desarrollo. Que luego aparece el Chávez de turno y, por la vía de la intimidación a élites y empresarios, se carga todas las previsiones. Aunque habrá que seguir intentándolo, digo yo. Una nueva Edad Media proclama. Será por ello que los que tenemos fe nos agarramos al crucifijo. Sobre todo cuando otros se agarran a lo que creen valores legítimos sin darse cuenta que el integrismo del que acusan es la esencia de ciertas actitudes con las que equivocan el tiro secularista. En fin... Mientras no nos hagan rescatar la celada para defendernos...
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