domingo, 10 de noviembre de 2013

Vaya ganado!


Quienes han tenido el buen tino de pasarse por el palacio de Ifeca en Jerez durante este fin de semana seguro que comparten conmigo la admiración por esos ejemplares que he querido llevar de modo expresivo al titular de esta entrada tan cargada, lo sé, de su punto de guasa. Qué le vamos a hacer. Pero reconoce que has cultivado también tú, querido amigo, la fina ironía relacionándolo, gratuitamente, con calificativos no dirigidos expresamente a ese espléndido toro retinto.

Con el 85% del ganado presentado a subasta adjudicado, se ha dado por concluida la décimoquinta edición de Fegasur que, desde el pasado jueves, se ha venido celebrando en el recinto ferial de la Institución Ferial de Cádiz en Jerez que este año, como novedad, terminaba en sábado en lugar del domingo como se venía haciendo desde sus inicios. La Feria Ganadera del Sur ha ofrecido al público lo mejor de nuestra tierra. Una gozada que, hoy domingo, he podido disfrutar en las dehesas entre Medina Sidonia y Alcalá de los Gazules.

La satisfacción por parte de los asistentes ha sido la tónica general de esta edición según han dado a conocer tantos los profesionales como los técnicos de las diferentes asociaciones de criadores de ganado presentes en Fegasur. Se asegura desde la organización y no me extraña que el propio ministro Arias, acompañado por la alcaldesa García-Pelayo en la foto, se quedara prendado del ejemplar, que gira su enorme testuz acaso inquieto por quienes  sean los que le abordan por la retaguardia.

Para ya de segundas lecturas, lector avieso, que la cosa está para darnos la enhorabuena por disponer en Jerez de las dos únicas subastas oficiales de toda Andalucía, por tener en esta feria unas jornadas técnicas que ha desplazado a la ciudad a numerosos profesionales de diversos campos, por la altura de las ponencias del II Foro Vacuno de Carne que ha tenido lugar entre su contenido o por el trabajo con escolares realizado por el Servicio de Educación Medioambiental de la Diputación Provincial.

Y si eres más de admirarlos sin mayores contemplaciones técnicas, vete a la carretera de Paterna a Alcalá, póngase por ejemplo, y piérdete por la Vereda del Barbate. Sentirás junto a ti los rebufos de una ganadería, la de nuestra provincia, digna de que, como el ministro Arias ante este toro, babee todo aquél que se tercie.

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