miércoles, 1 de julio de 2009

El Rompidillo


El arco costero cierra sus arenas como queriendo guardar el preciado contenido de su interior. La Base de Rota por una esquina y el Puerto Deportivo por la otra hacen de sus espigones más próximos a la playa de El Rompidillo, aquella que los roteños llaman más comúnmente de El Chorrillo, verdaderas extremidades dispuestas a dar un gran abrazo a cuantos eligen sus apenas seiscientos metros como lugar de asueto familiar. Ése es el tono al que parece apuntarse la hermana pequeña de La Costilla, aquella que tiene al viento ondeantes banderas de bienestar veraniego. Hasta las sardinas del chiringuito, excelente mirador en el que la madera alivia de las altas temperaturas de este julio de vino y rosas, se muestran privilegiadas desde el humeante plato en el que nos las ofrecen. Bañarse en esta playa debe asumirse siempre desde la consideración de paseo agradable con fresquito final, sin prisas por llegar a donde cubra el mar, sin prisa alguna. Así es el tiempo estival, así debieran ser todos los veranos.

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