miércoles, 3 de junio de 2009

Te envidio 'Sanluco'


Estar ya en Jerez mientras la Hermandad hace el camino de vuelta es muy puñetero. Ni haber regresado por la playa esa tarde de lunes, la que canta la famosa sevillana, es bálsamo lo suficientemente efectivo. El arenal costero de Doñana, de hecho, se convierte más bien en precipicio de todas las nostalgias habidas y por haber. ¿O no lo es esa verdadera autopista tan recta, pese a sus kilométricas trazas, como para enseñarnos el faro de Chipiona cuando uno aún quiere aferrarse a los recuerdos rocieros? Pues eso. Jorobado, por no decir otra cosa, me siento por no seguir pisando la vía pecuaria.
Juan Pedro y Olga, sin embargo, sí que vienen haciéndolo. Y cuando me despedí de él en la Aldea -cantábamos entonces el "lágrimas tengo en los ojos cuando el lunes por la tarde..."- no pude evitar decírselo: "Te envidio, 'Sanluco'". El extraño sobrenombre es regalo de este Rocío recién terminado. En el camino de ida, en uno de esos rengues tan jacarandosos que hemos disfrutado, llegó Juanete Tejero -personaje donde los haya- y, fijándose en su apariencia, le dijo con desparpajo: "Pare, tú eres 'sanluco', ¿no?" Cuando todos nos quedamos mirándole comenzamos a ver a un hijo más de la barra del Río.
Tío dispuesto donde los haya, el rebautizado romero dejó en Picadueñas algunas de las cosas más queridas de su día a día cotidiano. Incluida la virgencita del Rocío que, en su hornacida callejera, es centro de atención de la calle Del Pino. Pero regresará, y es su primer camino, tan lleno que no olvidará la experiencia. Más bien comenzará a ver a la pequeña imagen en la que tantos besitos dejan a María Santísima los críos de la zona, incluidos aquellos que ya pasan de los treinta e igualmente crecieron con la idea de venerar por siempre a la Reina de las Marismas. ¡Cuánto rociero ha dado Picadueñas!
Ahora cruza el corazón del Coto acompañado de su novia. Y el canalla se reservó el venado para el primer almuerzo de la vuelta. Ayer se lo 'jalaban' él y su novia. Pero no lo lamentaremos. Que para el recuerdo quedaron la carrillada de El Cancelín o las albondigas de la noche anterior. ¡Qué tío más 'apañao' Juan Pedro, nuestro 'Sanluco'! ¡Y cuántas veces se quedó el 'galloper' que conduce! ¿Quién te estará sacando de la arena ahora que no está cerca Fefo? Y, sin embargo, cuanto te envidio, querido amigo. ¡Ay, qué dolor! ¡Cómo me acuerdo de él, Dios santo, a todas horas desde la mañana de ayer martes!
Me queda el teléfono. Pero hasta eso da rabia porque Doñana está como si le hubieran inyectado un plus de cobertura. Y siempre consigo localizarlo para que termine más celoso tras su relato. ¡Cómo está disfrutando! ¡Bien que se lo merece! Él y Olga, quien no parará de decirle por donde tiene que coger y cómo hacer para que todo salga a pedir de boca. A ella le sale de suyo ir mandoneándole. Y hasta ello se echa de menos cuando has adelantado tu regreso a Jerez. El Pilón de la Raya, El Cancelín o Palacio ya les han visto pasar. Hoy serán los cerros y esta noche Marismillas. ¡Cómo te envidio, leches!

(La Voz, 03-06-09)

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