miércoles, 10 de junio de 2009

El mejor año se nos va al traste


Si hay o no penitencia suficiente para aquellos que no marcaron en Tenerife es una duda de la que no tengo especial empeño en salir. Y debo desmentir rotundamente que la lata que Nino, peligroso delantero isleño, diera a la defensa azulina hace ya cuatro días pueda ser objeto de excomunión. Bromas a parte, lo cierto es que nos hubiéramos ahorrado algunos dolores de cabeza. Y la alcaldesa no se hubiera visto forzada a alegar problemas de agenda cuando lo que defiende es su crucero, al que también tendrá derecho digo yo. Pero no cabía otra decisión, en cualquier caso, que pasar a la mañana Pontifical y Procesión del Corpus Christi. Aunque ello tenga como consecuencia directa la supresión de las alfombras y, quizá, algunos altares.
El mejor año se nos va al traste. Estaban previstos tapices florales de las hermandades del Perdón, Transporte, Angustias, Sagrada Cena, Candelaria, Amor y Sacrificio, Clemencia, Desconsuelo, Soberano Poder, Consuelo, Tres Caídas, Amargura, Prendimiento, Redención, Vera-Cruz, Sagrada Lanzada, Mayor Dolor, Jesús Nazareno, Buena Muerte, Yedra, Exaltación, Soledad, Santo Entierro, Resurrección, Salvación, San Rafael y Sagrada Mortaja (aunque estas tres últimas no sean exactamente cofradías). Casi todas ellas se quedarán sin poner porque los horarios que pueden ocuparse para ello lo hacen muy complicado. Quedarán aquellas vinculadas a los altares, para los que se comprometieron Perdón, Clemencia, Mayor Dolor, Tres Caídas, Buena Muerte, Santo Entierro, Resurrección, Divina Pastora o Santa Gema.
Las menciono a todas para que quede constancia de los empeños puestos sobre la mesa, aunque no quedarán manifiestos sobre el empedrado de las calles del centro. Y, con todo, Cristo Sacramentado saldrá a la calle ascienda o no el Xerez, haya o no celebraciones, sean colocadas o no alfombras, altares u otros elementos ornamentales. Hay que quedarse con ello y no lamentar más de lo debido la ausencia de elementos que, se quiera o no, serán siempre secundarios. La lástima, sin embargo, es que se trataba de muestras de amor a la Eucaristía que se quedarán sin expresar, con el valor que tienen en estos tiempos que corren. Ahora lo que toca es que cuantos dieron la tabarra por un Corpus matinal no falten ni a la Pontifical que oficiará Monseñor José Mazuelos ni a la procesión. Paso lista y no atiendo a componendas.

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