lunes, 10 de febrero de 2020

La mejor edad

Cae la tarde en la residencia. El ambiente, recrecido en la cálida sala a base de esas limpias carcajadas que las gracias de unos y otros promueven, es muy agradable.

La edad dorada en la que se mueven es marco de esas actitudes que muestran que hay muchísimos motivos diarios para dar gracias a Dios por cuanto pone a nuestro alcance.

Creo que el ejemplo para los que vamos un escalón por detrás en la fecha del carnet es para no desaprovecharlo. Un rato aquí humaniza tanto tanto tanto...

Ellos y ellas conocen el valor de un rato de conversación. Es más, también saben tasar un saludo, incluso una mera sonrisa. Y nosotros preocupados por chorradas.

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