Dejo en redes sociales el mensaje que señala que, treinta años después y pese a no pocos imponderables, celebro la vida real que sigo intentando contar y no tanto el soporte.
Ahí tenemos parte de los elementos de mi cotidianeidad radiofónica. Una mañana cualquiera me permiten saludaros e informaros tan bien como voy pudiendo.
Pero en este Día Mundial de la Radio que hoy se celebra no conmemoro cables ni cascos ni consolas ni estudios ni RDSIs ni IPs ni... Celebro el encuentro con vosotros. Qué caray!
Sólo así mantengo la ilusión, sabiendo que el mensaje es lo importante, que la comunicación de los hechos y las ideas es lo sustancial. Felicidades a todos por tanto!
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