Feliz día de la Constitución

Sólo cinco de diecisiete presidentes autonómicos confirmados en un acto institucional tan poco apetecido al parecer, nada de nacionalistas que ellos están con la mirada puesta en otros horizontes, con muletas y algo maltrecho el pilar monárquico que impulsó el consenso político 'prodemocrático' y hasta los disparos de Tejero tapados en el techo del hemiciclo parlamentario para mayor silencio de los riesgos que corre nuestro régimen de libertades a poco que nos relajemos.

Si a ello sumamos EREs andaluces maltraídos, ese sindicato con tan curioso modo de defender el uso de los dineros públicos en 'favor' de los trabajadores, 'gúrteles' y demás churretes tan plagados de malas intenciones como de vergonzantes efectos en una ciudadanía cada vez más desmoralizada... Hemos de concluir que el trigésimo quinto aniversario de la Constitución de 1978 llega con demasiadas trabas para cuanto nos costó un logro que ya no ilusiona celebrar como antes.

Una pena. Porque yo soy de los que piensan que el texto que nos dimos es bastante mejor que otras intenciones que uno va escuchando como supuestas alternativas. Pero ya no hay políticos como aquellos padres constitucionales. Ni sindicalistas como los que regresaron del exilio con la fuerza de una legitimidad que supieron convertir en ejemplo. Y por no haber ni siquiera disponemos de aquel viejo espíritu con el que nos repusimos de cuarenta años sin democracia.

Dicho todo ello, feliz Día de la Constitución. Y que Dios nos coja confesados!