miércoles, 18 de diciembre de 2013

De mi Pregón de la Navidad de El Puerto - El fundamento

Belén del Cincuentenario del Perdón - Foto de Fernando Morales
Del Evangelio de Lucas: "José, pues, como era de la casa y familia de David, vino desde Nazaret, ciudad de Galilea, a la ciudad de David llamada Belén, en Judea, para empadronarse con María, su esposa, la cual estaba encinta. Y sucedió que, hallándose allí, le llegó la hora del parto. Y dio a luz a su hijo primogénito, y envolvióle en pañales, y recostóle en un pesebre: porque no hubo lugar para ellos en la posada". El fundamento de cuanto celebramos ya mismo está en Aquél que vino a hacerse carne entre nosotros.

Si dos mil años después de aquello que ocurría en un lugar de Oriente Medio seguimos honrando, como seamos capaces cada uno, a quien nació de modo tan humilde pese a ser tan alta su misión entre nosotros, cabe pensar que lo grande no está en la fiestas vacías de ese sentido, en las celebraciones gastronómicas por muy familiares que fueran o en las compras. Yo, que no renuncio a nada de ello, hace tiempo que tengo en mente que no habría mejor conmemoración que sentirnos integrados en la Historia de la Salvación.

Ser uno de aquellos testigos elegidos entre los que nació el Niño-Dios hubiese sido un verdadero regalo para todos. Así, al menos, he pensado muchas veces cuando, quizá delante de uno de nuestros entrañables nacimientos y a fuerza del trabajo detallado que también con todas esas figuras secundarias realizan nuestros queridos belenistas, he tenido la tentación de sentirme enmedio de la escena. ¿Cuál hubiera sido mi papel en el origen de esa vida humana que el Señor eligió para ejercer la Redención del mundo?

Pongámonos en situación... ¿Nunca les ha pasado por la mente el imaginario de una participación en el acontecimiento? ¿Con qué dignidad hubieramos encarnado semejante papel? Yo al menos no puedo verme más que como sencillo pastor, uno de aquellos que, en torno a la hoguera y bajo el raso de la noche, recibieron la visita de los ángeles y aquel mensaje: "Gloria a Dios en el Cielo y Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad..." ¿Cómo hubiese reaccionado ante la invitación de ir a Belén y buscar al Dios hecho niño en el portal?

Si hubiese sido pastor
en la noche belenita
que supo de aquella cita
para ir junto al Redentor...

Si la historia necesita
de mí junto a los rebaños...
¿no creería que es engaño
lo que los ángeles gritan?

Pero ya pasaron años
de la Navidad primera
y parece ser quimera
que nos tocara que antaño...

...regresara a la carrera
cuando el siglo veintiuno
parece olvidar que el uno
nos trajo la primavera.

Y, sin embargo, montuno
no seré ante la euforia
de un parto que fue la gloria
de la Salvación del mundo.

Si pastor en esa historia
de la noche belenita...
¡Yo el primero de la guita
tirando en la memoria...

...de la fría nochecita
triste del pobre portal
que me hace pastor cabal
ante la cueva bendita!

Imaginad la postal
que fuera repetición
de aquel histórico don:
¡Cristo vivo en el umbral...

...de nuevo de su misión,
Jesús en ese pesebre
y nosotros en la alegre
y cálida oblación!

Gire ahora y para siempre
la llave en esa cancela.
Y que de la duermevela
despierte nuestro consciente.

¡Abramos así la puerta
a esta suposición,
y sea mi condición
de pastor sin más licencia...

...que la del fiel bonachón
que, a fuerza de ser sencillo,
se desviva el pobrecillo
desbocado el corazón!

Refléjese con sus brillos
el misterio de Belén:
que esos ojos que ven
lo más grande sean postigo...

...de una vida de bien
que traiga al día de hoy
pastores como el que soy
en aquella noche a cien.

¡Albricias, ya mismo voy
a las plantas de ese Niño!
¡Aleluya, mi cariño
de corazón ya te doy!

¡Te traigo mi desaliño,
poco más, mi Jesusito!
¡Que mi vida, Dios bendito,
es socavón más que liño!

¡Ése sería, marchito,
el corazón del que ofrenda!
¡No hallaré mejor prenda
siendo mi ser tan cortito!

Más si te doy lo que tenga
dime, Niño, que no es poco
aquello que ya coloco
al albur de las conciencias.

¡Y si me dicen que loco
estoy por creerme pastor
ante el pesebre de amor
que de nuevo ahora evoco...

...siempre diré que el primor
de la noche belenita
se repite cual bendita
Nochebuena de licor...

...almibarado en la cita
más dulce de nuestra historia!
¡¡Válgame Dios y la gloria
de ese Niño del que gritan...

... "Viva Jesús, que es notoria
evidencia de ese vuelo
que trazaron los luceros
alumbrando la memoria"!!

¡¡¡Gloria a los hombres con celo
si, veinte siglos después,
tras el ángel de Belén...
corren ganándose el cielo!!!

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