lunes, 23 de diciembre de 2013

De mi Pregón de la Navidad de El Puerto - La alegría

Lo que el fundamento de un acontecimiento histórico nos presenta fijará cada año la raíz de una celebración que ya estamos esperando con ganas. Item más, la memoria, que es personal e instransferible siempre, dejará en brazos de la melancolía las mil sensaciones para estos días tan grandes. Lo que la tradición pone a nuestro alcance en términos de expresión formal es ese tercer pilar que he subrayado en mi torpe dibujo de la Navidad en nuestra tierra. Y la fe dota la cita de alma, de sentido...

Ay, amigos anhelantes como yo de la arribada de las fechas, pero aún nos falta algo fundamental. Sin alegría, sin la más contundente y firme satisfacción por la Buena Nueva que nos inunda, no podemos celebrar lo que llega. Por eso echarnos a la calle y evidenciar lo que sentimos bajo el alumbrado extraordinario de Palacios, avenida del Ejército, Larga, Virgen de los Milagros, Luna, plaza de la Herrería, Ganado... Todo cobra un sentido especial cuando El Puerto dice que es Navidad.

Hasta nuestro tránsito cotidiano por el callejero habitual avisa. Pero no nos basta con hacer la vida sin más durante estos días y sus correspondientes noches. Aún resuenan, por ejemplo, los ecos con los que las mujeres de la peña Tío José de Paula nos preparó antes de anoche desde el Teatro Muñoz Seca. Que el compás flamenco de la tierra nos invada, que los villancicos que ya se cantan en todas y cada una de las propuestas de la Ruta de las Zambombas cundan esa alegría sin medida.

Por eso establecimientos como Burladero, Mucho Teatro, Las siete esquinas, Aquarela o Los Jándalos nos ayudan con sus propuestas. Y ese ciclo de zambombas a cargo de David Oliva 'El Niño Villar' con 'El Puerto por bulerías' y 'Alendoy' brilla en la sospecha siempre cargada del mayor fundamento por lo que ocurre también en tantos y tantos otros rincones domésticos, familiares o vecinales en los que no faltarán los villancicos y las coplas de la Nochebuena.

Villancicos y coplas de la Nochebuena que se nos cuelan por las gateras del alma y que nos llegan hasta este escenario de la mano del Coro Virgen de Belén al que agradezco fervientemente su colaboración en este acto. Que hayan querido acompañarme, de mil amores como sé que vienen hoy a El Puerto de Santa María, es fundamental para prepararnos a vivir por los villancicos escenas fervorosas, costumbristas y hasta delirantes...

Que el cura no irá a la iglesia... y recorreremos los caminos que se hicieron con agua, viento y frío... y visitaremos el Jardín de Venus... y los peces volverán a beber en el río y nosotros donde podamos para brindar por las fiestas... y veremos esas casas del nacimiento que son de papel, "mire usté qué gracia"... y las doce palabras... y el tarantrán... y el ayayay... y el marinerito Ramiré... y el dime niño de quién eres...

Y ya que llega al final éste mi Pregón de la Navidad portuense lo hago, Jesús mío, parafraseando el popular villancico... que hoy vuelve a hacer falta formular la pregunta clave en medio de todo esto que un año más nos llega: Dime Niño, ¿de quien eres?... que es causa de mi alegría reencontrarme, alma mía, con la Navidad otra vez...

Dime Niño dime,
que El Puerto lo espera,
las voces que cantan los gozos hermosos
de nuestra quimera.

Dime Niño dime
que no es primavera
y del equinocio tomarán sus flores
aquí en la ribera.

Dime Niño dime,
ay Jesús y deja
las cositas claras aquí en esta tierra
con tanta solera.

Dímelo mi Niño,
que me tumbo en vela
y con los corderos busco los luceros
que prometen nuevas.

Que hasta la mañana,
antes de que abriera,
me enseñó a María con mil rosas frescas...
¡Divina pechera!

Carita divina,
Señor de bandera,
¿qué nos llega ahora que nos sabe a nuevo
y a diciembre espera?

Que ya celebramos,
con letrillas bellas,
navidades nuevas que beben de entonces
virtudes añejas.

Borriquillos viejos,
cerones de seda,
llevan chocolates, molinos y anafes
de fe pregonera.

Y aquí yo me postro
con folios de austera
oración alegre que aliente la fiebre
de nos apareja.

Es la hora ya
de encender la cera,
que es Dios quien nos nace allá donde pacen
el buey y la certera...

...bestia que ya bufa,
al son de la tierra,
compases de cielo que en ese pesebre
nuestro cante espera.

¡Vengan villancicos!
¡Vengan nochebuenas!
¡Desatad alegres los cantos en ciernes
entre las candelas!

¡Que no hay más pregón,
Jesús de canela,
que aquél que ya cantan en el portuense
solar que me alberga!

¡¡Mirando al Belén
brinda al que llega...
vuestro corazón y poned el son
que ya es Nochebuena!!

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