lunes, 1 de noviembre de 2010

Santos y difuntos

'Todos los santos', Fra Angélico
Santos y difuntos. De un tacada. Hoy y mañana, 1 y 2 de noviembre, se dan la mano en el almanaque (y en la confusa mente de la generalidad) dos realidades bien distintas. Pero hemos mezclado, influenciados por tradiciones foráneas malinterpretadas y caricaturizadas por esa superficialidad que caracteriza la sociedad post-moderna, la trascendencia personal como legítima vocación a la santidad con esa suerte de muertos vivientes en la que preferimos aferrarnos. Será porque consumimos con más facilidad ese carnaval facilón del Halloween que cuaquier otra cosa que tenga que ver con el esfuerzo personal por ser mejores.
Admiración y ruego. Ello es lo que debemos a unos y otros. Congratularnos de los santos y buscar su ejemplo tiene tan poco que ver con la realidad de nuestros muertos a los que presintiendo más cercanos adivinamos necesitados de nuestra oración y nuestro impulso como poco tienen que ver -o al menos no tanto como sospechamos- las jornadas en medio de las que nos encontramos. Y, en el fondo, da igual si, advirtiendo de verdad el sentido de sendas celebraciones, fuéramos capaces de desear a los segundos lo primero. Eso sí que sería conmemorar como Dios manda. Y todos -agnósticos y áteos incluidos- tenemos mucho que preguntarnos en días como éste.

1 comentario:

  1. Todo lo convertimos en fiesta! y lo que no convertimos, lo importamos. Somos expertos. Tal vez hay que mirar la vida así... y la muerte también.
    En estos días he perdido dos familiares cercanos y a la vez he tenido que tragarme un Halloween que jamás fue de mi interés.

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