miércoles, 10 de noviembre de 2010

Hacia un futuro incierto


Hace un par de días me llamó Jesús Salido, famoso por su cámara fotográfica y también merece serlo por su pertenencia a la Amargura. Me recordaba el compromiso que adquirimos para que yo me ocupara de coordinar una mesa redonda que, en la sede de la hermandad de la calle Medina, abordará -con Enrique Soler, Luis Cruz y Nene Domínguez- un sugerente título: 'Las hermandades hacia un futuro incierto'.
Eso no tendrá lugar hasta el lunes 22 de noviembre. Acepté, y se lo dije, porque el tema me parecía lo suficientemente sugerente. Ando ya retirado del mercado público convencido de que tengo cosas más interesantes que hacer que según qué cuestiones para las que he tenido mayor predisposición en otros momentos de mi vida. No en balde no paran de ocurrir cosas que, cotidiamente, me reafirman en esta idea del autoexilio parcial.
Anoche hubo pleno extraordinario de hermanos mayores. Otorgaron su apoyo mayoritario al envío al obispo de un escrito que, en la línea de una muy conocida demanda de procesiones para el Sábado Santo, busca ser conciliada con la postura ya dada a conocer por Monseñor Mazuelos. El pastor dice que la única circunstancia en la que contempla que el Santo Entierro, y cuantas deseen sumarse, es considerando -sí o sí- recogías hasta las 15.00 horas.
Qué dirá el documento es algo que no puedo atestiguar con detalle. Lo cierto es que ya está convocado otro pleno, también extraordinario, que, el próximo martes día 16, presidirá el propio prelado en el Auditorio Juan Pablo II. En el Obispado por tanto. Suma y sigue, pues, el caso del pretendido Sábado Santo. Y a mí me gustaría un día nuevo que, en lo procesional, gratifique mi ego cofrade con novedades como las que acarrearía. Claro que sí.
Pero, permítanme editorializar en la línea de mi pensamiento -el de esta casa, a la postre- mal que le pese a quien lleva años haciéndolo y ahora, sin micro al alcance, pretende, desde su sitio en Internet, criticar que hagamos presente nuestra opinión al respecto. Faltaría más que, con prepotencia gratuita, le moleste que lleve el paso cambiado con respecto a una generalidad a la que me dirijo con convicciones rotundas y sin complejo alguno.
Así que, miel sobre hojuelas, ello viene a confirmarme que lo estoy haciendo bien. Y sobre esa base asiento lo que a continuación me pregunto en voz alta: ¿No está ya bien de darle vueltas a lo mismo? Y, tras ella, otra más: ¿Están seguros ustedes de que ése es el problema más importante que tienen las cofradías? Item más, ahí va la tercera: ¿Nadie se da cuenta de que hacemos el canelo en medio de un mundo que no nos entiende?
He dicho cosas parecidas antes de ser Delegado Diocesano de MCS. Es más, he dejado escrito cosas sobre los curas que, ejerciendo ya esta responsabilidad para mi Iglesia local, han dejado a las claras una libertad personal que siempre nació de mi compromiso con el Evangelio y mi mayor exigencia a los hombres y mujeres que hacemos presente la acción eclesial enel mundo. ¿Cuándo vamos a empezar a priorizar lo realmente importante?
María Santísima, madre nuestra, ten Piedad de todos nosotros que somos pobres y limitados en nuestros juicios y en nuestros empeños. Danos tolerancia ante lo no compartido, paciencia ente la insistencia ajena y acierto a la hora de invertir un tiempo precioso que, quizá, merezcan otros objetivos de altura más evidente.
(Editorial en 'Carrera Oficial', 10-Noviembre-2010)

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