lunes, 8 de noviembre de 2010

La Ciudad del Flamenco se despide de 2013

Foto de Juan Carlos Corchado
Salvo un milagro, que es un concepto cuya concurrencia no se aguarda en el caso de aquellos proyectos que -por serlos- se afianzan en una acertada planificación, la Ciudad del Flamenco puede comenzar ya a decir adiós a ese horizonte de convergencia con el Año Internacional del Flamenco que parecía justificar todo el esfuerzo. Y en el Ayuntamiento aceptan esta realidad aunque sea, lógicamente, a regañadientes.
Las previsiones económicas, esas que hacen realidad -o no- los logros pretendidos tiran ya por tierra el empeño. Al menos con la posibilidad de que pueda cortarse cinta alguna en ese emblemático 2013. No ha bastado con encontrarnos en la ciudad adecuada para erigir semejante homenaje al cante, al baile y a la sonanta. Y tampoco ha sido suficiente con disponer de un espléndido proyecto de los prestigiosos arquitectos Herzog y Meuron.
Ni los años de espera ni los cambios de gobierno municipal ni la coincidencia de signo político con esas administraciones superiores que parecían adecuado paraguas bajo el que fuera amparado el propósito, ni la dosificada aportación del Ministerio de Cultura a la Ciudad del Flamenco. Ya se sabe lo que desde esta instancia llegará en el marco de los Presupuestos Generales del Estado y a lo más que se ha llegado es a una ligera ampliación de lo inicialmente previsto.
Sólo un millón más
Los planes iniciales provocaron la primera voz de alarma desde el Ayuntamiento. «Este año la cantidad con la que partía el Ministerio de Cultura para la Ciudad del Flamenco -se apuntaba- era de 750.000 euros. Con un enorme esfuerzo ha llegado a 1,8 millones, que es lo que finalmente viene recogido en el borrador». Ya entonces se aventuraba que, caso de poderse incrementar, no se llegaría a los tres millones de euros que, cuanto menos, se pretendía desde instancias municipales.
El anuncio de la enmienda realizada a esas previsiones de modo que se asignaba un millón más al proyecto lo deja ya al borde de la cifra que ya anunciaba la Administración como tope para este próximo año. No hay más dinero. Y así ha quedado claro. Pero el caso es que, aunque lo hubiera habido en la cantidad que se apetecía dentro de las posibilidades existentes, siguen restando demasiados euros para que, con sólo un ejercicio más antes de comenzar el año 2013, haya ocasión siquiera de seguir soñando con el imposible.
De los 47 millones en que se estima cuanto queda por hacer, estos casi tres (2,8) para 2011 siguen sin hacer descender el montante necesario aún para finalizar la Ciudad del Flamenco a tiempo. Mientras tanto, el solar de la plaza Belén en el que se levanta muy poco a poco el proyecto de Herzog y Meuron apenas si enseña, hoy por hoy, el centro de recepción del que dispondrá este equipamiento, una dependencia popularizada con el nombre de la Nave del Aceite.
La mayor novedad en torno al proyecto es la percepción municipal de una fatal realidad: la Ciudad del Flamenco no estará para 2013.
(La Voz, 8-Noviembre-2010)

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