domingo, 31 de octubre de 2010

El comercio tradicional sufre ya la aparición de Luz Shopping


«Lo único que nos hacía falta era esto». Un recorrido por los comercios del centro de la ciudad advierte de ese unánime lamento. Ya han comenzado a sentir los efectos, en volumen de negocio, del recién inaugurado complejo comercial Luz Shopping mientras reconocen que no terminan de sobrevivir a la crisis y cuando ya saben, para más inri, de la próxima llegada del outlet con el que se completará en Jerez la mayor área comercial del país.
La frase es de Fernando Triano, comerciante de electrodomésticos y electricidad en general con un pequeño establecimiento en la calle San Agustín. «Como sigamos así, más de cuatro tendremos que cerrar», indica tras catorce años de un negocio que viene sufriendo reveses desde que la gran obra del aparcamiento subterráneo de la plaza del Arenal paralizó la actividad y originó la asfixia de los comercios de la zona. «Pero esto ya es la puntilla», asegura con tristeza.
«Ni los aparcamiento acompañan», desvela recordando no sólo aquél palo recibido entonces con la inacabable obra sino subrayando la evidencia de un equipamiento que tampoco ayuda a que los compradores opten por el centro. «La plaza se ha quedado desierta, para bares si acaso», dice Triano. En Lancería, Francisco Díaz, propietario de un bar, no lo niega: «Sobrevivimos por los turistas, y este año no ha ido mal aunque éstos hayan tenido menor poder adquisitivo».
Mejor en los bares
El hostelero cree que la bajada de presencia de público en el centro se debe más a la novedad de la apertura de Luz Shopping que a otra cosa. «Nosotros vamos tirando hacia adelante con los desayunos y la actividad propia de la gente que trabaja en la zona pero cuando ha llegado este puente la gente, curiosa, ha acudido a aquella zona», indica convencido, pese a todo, de que «el centro hay que mimarlo; hay que organizar actividades aquí, algún aliciente, aunque sea el rastro».
«Yo siempre soñé –dice Díaz– tener un local en la calle Larga y hoy en día tienes todos los que quieras, porque han cerrado». Toda la vida lleva en el lugar la tienda de confección de Antonio Vacas. Tras 90 años de existencia, en Juva se ufanan de que «allí (por Área Sur y Luz Shopping) no hay ningún negocio igual ni parecido al mío». Eso no quiere decir, sin embargo, que no se reconozca que la aparición de la gran área comercial del extrarradio «me afecta como a todos porque quita al público de la calle».
Vacas tampoco pierde de vista que la proliferación de ese nuevo modelo comercial haga temblar la especialización de la que cree muy necesitada la atención al usuario. La ventaja de la contrastada calidad que le lleva a creer que sus productos no deben sentir la competencia de los que ofrecen esos otros puntos se hace añicos frente a la comodidad para llegar y aparcar que facilitan, en mayor medida, los nuevos asentamientos comerciales. Por ello, la mejora del transporte público es considerada fundamental.
Agravio comparativo
Pero sigue sufriéndose un agravio comparativo que les hace entender que «el centro ha sido olvidado y ahora llegan todos los problemas juntos». El ejemplo de un intento de arreglo, hace unos años, de la fachada de su negocio lleva a Antonio Vacas a ilustrar los impedimentos desde el Ayuntamiento: «Mi escaparate es lo que vende mi producto y se empeñaron en que tenía que poner la puerta en el centro para que fuera en línea con los balcones, por eso me quedé sin hacer la mejora que quería realizar».
Jesús González, también dedicado a la confección, entiende que «ya está muy copada, si analizas el padrón, la capacidad comercial de Jerez y esto puede acabar con todo el comercio tradicional». Reconoce que «la inversión en estos nuevos espacios es buena pero los que ya hicimos la nuestra hace 30 años, apostando por el centro histórico, no vemos más que problemas». Lamenta igualmente que «cuando se dice que esos espacios nos dan sitio a los comerciantes hay que preguntarse a qué precios».
Pérdidas de hasta el 50%
Todos reconocen, a simple vista, el vacío de las calles del centro mientras los coches hacían, en la misma tarde de ayer, una cola interminable en los accesos a Área Sur y Luz Shopping. Otra cosa es aterrizar en una previsión de pérdidas que ninguna se resiste a realizar sin olvidar las que vienen acumulando, especialmente desde el inicio de la crisis en 2007.
Fernando Triano es el más drástico en sus apreciaciones, no en balde la venta de electrodomésticos es de las que con mayor facilidad has perdido los pequeños comercios: «Esto está muerto y ahora llegará el entierro de algunos». Reconoce que el volumen de sus ventas ha caído, en los dos últimos años, en más de un 50%.
Los comerciantes de confecciones Jesús González y Antonio Vacas estiman, en sus respectivos casos, porcentajes diferentes aunque ninguno de ellos baja del 20% pese a que sigue existiendo un público «al que no le gusta ir de montones en montones y quiere ser bien atendido», como reconoce González. Vacas se atreve, mientras tanto, a hablar de un 40% de descenso de la actividad.
(La Voz, 31-Octubre-2010)

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