martes, 2 de noviembre de 2010

El proyecto turístico del Grupo Romero Caballero en el cortijo de Ducha abrirá sus puertas este próximo mes de diciembre


Su inclusión en la programación cultural presentada para este curso por el Grupo Romero Caballero pone ya en escena el nuevo equipamiento. Una denominada Semana de la Música Cortijo de Ducha que, a celebrar en junio próximo, fue anunciada la semana pasada desvela que, aunque la distancia del casco urbano –a 7 kilómetros, frente al aeropuerto– ocultara al público en general el ritmo que llevaban las obras, todo está listo para que el hotel de cuatro estrellas y otras instalaciones del singular complejo turístico puedan abrir sus puertas a finales del próximo mes de diciembre.
Es la guinda de un emporio que, al amparo de la gastronomía, ha ido sumando a la Escuela Profesional de Hostelería de Jerez otras ocho empresas con las que han diversificado de algún modo la actividad: el restaurante Las Vides, el catering del mismo nombre, EH Editores, Foryfro Formación y Consultoría, Fudypes Fundación para el Desarrollo y la Promoción Económica y Social, la librería Hojas de Bohemia, la compañía musical 12Doce y la tienda gastronómica Las Vides. Recién inaugurada esta penúltima incorporación en grupo, ya se prepara la siguiente complementando el conjunto.
Una inversión de más de 12 millones de euros ha posibilitado la intervención en una parcela de 10 hectáreas en la que, aprovechando una típica e histórica cortijada jerezana, se está finalizando la construcción del complejo turístico sobre unos 7.500 metros cuadrados. Fyser XXI es el nombre de la sociedad propiedad de los hermanos Francisco y Manuel Romero Caballero que promueve la obra diseñada por Osborne Técnicos Consultores. La empresa Gesteco se está ocupando de hacer realidad este proyecto para el que se pretende una dimensión que va más allá del mero alojamiento hotelero.
La semana de la música que se convierte en la primera actividad cultural anunciada para el cortijo de Ducha será, además, el referente de un terreno ya escudriñado por este grupo empresarial a través de su sello 12Doce y que, ahora, encontrará un marco especialmente apropiado en el que llamará la atención el trabajo con grupos musicales y la dedicación de espacios específicos para esta parcela de la creación artística como estudios y lugar de conciertos con capacidad para 20.000 personas incluidos. Ello se sumará a las 34 habitaciones previstas o los siete salones con capacidad para 1.500 comensales.
«Nuestro cortijo tiene que ser elemento cultural, y no sólo por la música sino también por las artes escénicas o la gastronomía así como otros elementos culturales endógenos como, por ejemplo, los concursos de galgos que siempre se han celebrado en Ducha y que nosotros queremos potenciar», explica Francisco Romero satisfecho de poder anunciar que «la industria cultural que tenemos en marcha nos garantiza ya, de partida, un volumen de actividad para los próximos cinco años en este complejo lúdico-turístico». Y añade «la idea es que tenga cabida todo el mundo, no queremos ser sectarios».
El edificio matriz, un cortijo de trabajo y labranza del siglo XIX –pese a que reconocen actividad agropecuaria en el lugar desde el siglo XII–, está siendo totalmente reformado y rehabilitado manteniendo, sin embargo, su estructura original. Los artífices del proyecto se han propuesto la creación de diferentes estancias del propio hotel como los accesos y los comedores, además de los diferentes salones de eventos y congresos que apoyan todos esos servicios que el Grupo Romero Caballero, con la Escuela de Hostelería muy presente en su desarrollo cotidiano, ofrecerá en un futuro en sus instalaciones.
En el diseño del conjunto se prevén «todas las comodidades que aportan el confort de las tecnologías, además de las mejoras de instalaciones domóticas a realizar, haciendo que la estancia en el cortijo sea espectacular», como reconoce el estudio de arquitectura en su web. Cobran forma la cortijada vieja, representante de la hegemonía del cortijo y su importancia dentro de la zona norte de Jerez, y otros edificios como son el salón de celebraciones, antiguo comedero de las bestias y bueyes de la finca, el antiguo gallinero o las antiguas cuadras hoy reutilizadas para albergar todas las instalaciones.
La consecución de todo ello sin que el cortijo pierda, al menos en su aspecto exterior, el sabor de la construcción agropecuaria andaluza que sustenta el resultado final es, además, uno de los grandes logros del novedoso equipamiento turístico.
(La Voz, 2-Noviembre-2010)

1 comentario:

  1. Le veo mucho futuro a la licenciatura de AUDITOR y la de Inspector Superior de la Hacienda Pública....

    ResponderEliminar