domingo, 23 de agosto de 2009

Los hermanos mayores recelan del negocio del columbario


El sencillo recorrido por la opinión de algunos de los hermanos mayores desvela lo difícil que le va a resultar a la empresa Columbario de Jerez S.A. colocarle a las cofradías un negocio nacido pensando en ellas. El macrocolumbario instalado en naves de las antiguas bodegas Bobadilla, en la carretera de Sanlúcar, e inaugurado en abril con la expectativa puesta en disponer de las hermandades como intermediarios ante sus propios cofrades y los fieles devotos de sus imágenes ha terminado, sólo unos meses después, ofrecido en venta a la Unión de Hermandades. Pero es el pleno de hermanos mayores quien decidirá en septiembre.
Cabe recordar que, exornado con grandes azulejos de los titulares de cada una de las cofradías de la ciudad, estas instalaciones se abrían con la confianza puesta en que las propias corporaciones actuaran de agentes comerciales entre los suyos. Para ello se disponían beneficios económicos ante los que las hermandades han respondido con el más absoluto excepticismo. De hecho, no faltaron dirigentes cofrades que, desde el primer momento, hicieron ver su desconfianza en el proyecto.
Ahora, ante el fracaso comercial de esa línea de actuación para la explotación de semejante columbario, se ha procedido a realizar esta oferta que tiene sobre su mesa Manuel Muñoz Natera, presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías. «La veremos en septiembre» es lo que se limita a decir el máximo representante cofrade de la ciudad, que no oculta, sin embargo, que «si nos parece interesante se planteará al pleno». De hecho no evita señalar que «es interesante pero hay que verlo».
Con más rotundidad se expresa Muñoz Natera al referirse a la cantidad que parece demandarse para la presumible operación de compraventa: «A 600.000 euros no llegamos ni muertos». Esos son, con todo, los destinatarios del servicio en cuestión, los fallecidos. A 27.000 urnas funerarias asciende la capacidad de estas instalaciones, una de las mayores de Europa según parece. Tiene 40 capillas, una por hermandad, con una capacidad de 256 urnas cada una de ellas.
La opinión de los hermanos mayores, que son al fin y al cabo los que con su pronunciamien to en el pleno propiciarán o no la operación, no se ha hecho esperar. Manuel Serrano, hermano mayor de La Borriquita, estima que «si eso fuera tan rentable la empresa no lo soltaría y las hermandades ya tenemos bastantes líos». Al detenerse en algunos detalles, añade que «eso tiene una serie de gastos fijos mensuales que me hacen pensar que no es una buena operación».
Otro dirigente del Domingo de Ramos, Francisco José Mancilla. Se pronuncia en términos similares. Es hermano mayor de Las Angustias, cofradía que tiene un proyecto presentado en el Obispado para la creación de un pequeño columbario en su iglesia. Habla de otro modelo en la atención de esa necesidad de conservación de las cenizas de los seres queridos, con menos vitola de negocio y vocación de asequible servicio a los fieles que, además, dormirán el sueño eterno cerca de sus imágenes.
Para Mancilla, «esa empresa ya se ofreció a las hermandades y dijimos que no». Además formula una queja que es recurrente en la opinión de otros dirigentes de las cofradías: «Además utiliza nuestras imágenes ilegítimamente». Ésta es queja también de Raúl Castaño, hermano mayor del Nazareno, única que tiene un columbario en funcionamiento, quien asegura que «cuando se presentó el proyecto ya dije a estos señores que querían que las hermandades les hiciéramos el trabajo».
«Y el precio es un disparate», añade Castaño insistiendo en uno de los argumentos ya adelantado también por Mancilla: «Ése está hecho como negocio, el nuestro es otra cosa, tiene otros tintes porque pretende acercar, con espíritu religioso, este servicio añadiendo que está en lugar sagrado, que lo preside el Cristo de la Buena Muerte, que era sitio de oración de San Juan Grande...». Además, se añade un valor solidario toda vez que a ese destino se derivan buena parte de sus fondos.
El hermano mayor de la Sagrada Cena, Daniel Romero, añade, por su parte, un elemento nada baladí al debate: «Aunque fuera un buen negocio hace falta una estructura administrativa de la que el Consejo carece». Asimismo aporta otro elemento a considerar: «Mi hermandad no puede prescindir de los seis o siete mil euros anuales que recibimos en concepto de los palcos y sillas porque tenemos por delante un costoso préstamo que fue necesario suscribir para poder restaurar nuestro paso».
Es lógico pensar que si se decidiera afrontar el coste de esa operación sólo los ingresos por la explotación del mobiliario de la Carrera Oficial permitiría el dispendio y ello podría obligar a las cofradías a renunciar, en principio, a esos fondos anuales. Aunque a medio o largo plazo los ingresos procedentes del columbario merecieran más la pena. Romero ya adelanta el argumento como realista aportación necesaria de cara a la decisión que finalmente se tomase.
Y Mateo López, hermano mayor de la Hermandad de María Santísima del Consuelo, apunta que «sin estudiarlo en profundidad, la primera reacción que me produce este asunto es de excepticismo», señala. «Es un negocio que montaron y que, ahora, quieren venderlo. Así serán sus rendimientos», añade evidenciando un gran recelo al respecto. También el máximo dirigente de la cofradía de El Pelirón se refiere a la estructura administrativa que requeriría hacerse cargo del columbario.
Es sólo un puñado de hermanos mayores el que adelanta, de este modo y expresamente para nuestras páginas, su pronunciamiento al respecto del asunto en cuestión. Apenas una referencia, sí. Pero ya se advierte, con evidencia notoria y análisis particularmente crítico, el tono con el que, llegados al pleno de comienzo del nuevo curso cofrade 2009-2010, podrían, en la reunión que tendrá lugar el próximo otoño, analizar las posibilidades de este ofrecimiento.

(La Voz, 23-08-09)

1 comentario:

  1. Yo creo que el hermano lo que quiere es estar cerca de sus imagenes titulares(en capillas o santuarios ) y no en falsas capillas con azulejos ya que si eso fuera asi bastarian las lapidas con la imagen titular para satisfacer la demanda.El mundo funerario genera un negocio muchas veces falto de piedad en el que las hermandades no se deben meter .Bien estan las que puedan hacer columbarios en sus sedes para "disfrute " de los hermanos procurando no resaltar el animo de lucro ,para no dar un argumento mas a los detractores de las mismas.

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