El turno de preguntas dispuso de cuatro o cinco preguntas para monseñor Mazuelos. Entre ellas Fray Antonio Ruiz de Castroviejo subrayaría las bondades de una ciencia que «nos permite comer pollo durante todo el año y no sólo en Navidad, como antes». Junto a otras, otro conocido capuchino, Fray Ricardo de Córdoba, pondría tono severo a un reproche contra la cúpula eclesial y sus pronunciamientos en materia de aborto: «No he visto al Papa o a ningún obispo llamar por su nombre a quien comete un crimen solicitando para sí el aborto». Yañadió: «¿Puedo llamar criminal a quien me venga al confesionario con ese pecado?» El obispo, sin perder un ápice del tono distendido ofrecido a lo largo de toda su intervención, dijo con una rotundidad que no necesitaba elevar la voz: «¿Criminal? Lo nuestro es ofrecer el perdón y no calificar». Sin palabras.
(La Voz, 02-08-09)
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