viernes, 24 de junio de 2011

Felicidades papa

Felicidades, papa. Llegar el primer día de San Juan sin poder darte dos besos es crudo. Y, con todo, algo ha ido ocurriendo desde que te felicité el pasado Día del Padre en medio de una conmoción personal de difícil superación entonces. El tiempo pasa. Son seis meses ya desde que el ataque al corazón te arrancó de esta vida. Y lo hace, para bien y para mal, arrastrando con su procesión de días, semanas y meses los rastros de un dolor que no se cura, pero que se incorpora normalizado al acervo de mi existencia casi cincuentona.
Tú conoces mejor que nadie mis inquietudes actuales. Tú, desde aquella estrella en la que sigue localizándote mi hijo Carlitos o en una cercanía aún mayor como presiente mi Laura o desde el recuerdo imborrable que sigues siendo para Sergio tan hombretón desde entonces, asistes a mis días seguro que con la preocupación de padre que siempre ejerciste con responsabilidad y discreción. Toda mi vida te ofrezco como regalo de tu santo porque toda ella la sabes llena de bondades nada entendidas y de entregas menos agradecidas.
Es un buen regalo del que no alardeo porque intento que no sea sino un calco de ti mismo y tus virtudes. Y, aunque no llego a tu altura, sabes bien de mis buenas intenciones. Hoy no habrá barbacoa en el patio de casa. Ni jolgorio como era habitual casi todos los 24 de junio. Créeme si te digo que no es tanto por tu ausencia, que de ningún modo podríamos recordarte mejor que reunidos, sino por mamá. La pobre no sabe vivir sin ti. Qué ejemplo para todos. Vela por ella y protégenos, entrañable ángel de la guarda, a todos!

2 comentarios:

  1. Todavía es pronto, no te ha dado tiempo de convertir tu recuerdo diario en algo rutinario y aceptado, aun tienes muy cerca su imagen si olor sus palabras.
    Que mejor homenaje que no dejar de mimar a tu madre, arroparla darle ese cariño que el vacío que le ha dejado su marido es imposible de llevar, solo un hijo sabe como hacerlo.

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  2. Gracias, Manuel, por tu aliento. No sé si nos conocemos personalmente pero recibo tus palabras como si así fuera.

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