Foto de Javier Fergo |
«Hace mucho calor y las palomas se habrán parado en las charcas para refrescarse», argumentaba Nieves Mendoza, alcaldesa de Guadalcacín, aventurando que, además, «muchas se habrán perdido». La regidora pedánea, implicada especialmente con el acontecimiento, estuvo apoyando permanente a Mariano Villalba, presidente del club guadalcacileño de palomas, y su equipo. Los pichones participantes competían recorriendo 450 kilómetros, desde la localidad conquense de Tarancón para llegar hasta la entidad local autónoma jerezana.
Se trata de la prueba de mayor distancia de esta modalidad deportiva y, aunque llegaron a la final el medio millar que en la mañana del viernes partieron desde tierras castellanomanchegas, fueron un total de 952 las aves inscritas en esta competición. Pertenecen a 350 club colombófilos de toda España y de otros países como Serbia, Rumanía o Portugal. Los lusos tienen en la colombofilia el segundo deporte nacional, como reconoce Mariano Villalba, y su concurrencia en estos concursos es siempre especialmente importante.
La competición también destacaba por tratarse de la de mayores premios en metálico de la modalidad. El primero de esta final estaba dotado con 12.500 euros, mientras que las restantes posiciones se repartirán una dotación de 10.500 euros. El ganador fue, finalmente, un palomo de Sergio Ferreira seguido por aves propiedad de los colombófilos almeriense Tándem Barcas y belga Johan Lantsoght.
(La Voz, 26-Junio-2011)
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