Las calles acumularán 300.000 kilos de basura por cada día de huelga

Foto de Javier Fergo

Ya no hay marcha atrás. Tras que el pasado viernes la compañía concesionaria de la limpieza y recogida de residuos sólidos Urbaser rechazara la postura de los trabajadores, y pese a que éstos mostraron renuncias notables en sus posiciones, mañana martes comenzará la huelga indefinida aplazada hace una semana, más por dar tregua al recién llegado nuevo gobierno municipal que por una predisposición empresarial que la plantilla echa en falta más que nunca.
No en balde, como señala Juan Manuel Cazalla, el presidente del comité de empresa, ese último encuentro de hace tres días llevó a la representación social en esta negociación de convenio a hacer dejación de la ampliación de plantilla de fijos que pretendían en 30 personas más, a la cobertura de las plazas por fallecimiento o jubilación que se produjeran a lo largo del año y al retraso en el pago del IPC de 2011 hasta enero de 2012 en único pago. Pero ni por esas.
Infructuosa moratoria
«Es Urbaser quien echa a los trabajadores a la calle», señala el representante de los trabajadores quien, ofuscado por un aplazamiento de la huelga desde la fecha inicialmente prevista (13 de junio) que no ha conducido a avance alguno, reconoce en la actitud de la compañía, con concesiones a su cargo de otros municipios españoles, «que viene con ganas de huelga a nivel nacional, y este ayuntamiento no ha pagado pero está empezando a pagar», advierte.
Apelando a la confianza que genera en la plantilla la llegada del PP al Consistorio jerezano tras las elecciones del pasado 22-M, precisamente, adoptaron la decisión del aplazamiento. Con todo, aún siguen esperando a que se reúna con ellos, tras ganar los comicios, la alcaldesa María José García-Pelayo. Se quedaron esperándola el viernes aunque los recibió Felisa Rosado, la nueva delegada de Medio Ambiente. «Pero siguen sin enseñarnos el pliego de condiciones de la concesión», se queja Cazalla.
Lo que aguarda a la vía pública
Todo está preparado, mientras tanto, para que, desde las seis de la mañana de este martes, se desarrolle esta huelga indefinida «sin marcha atrás» para la que se reiteran los servicios mínimos ya anunciados en su momento: tres camiones al día para ocuparse, respectivamente, del hospital, los colegios y los centros de salud. Y la limpieza viaria solo se atenderá en el 20% del trabajo habitual. «Y nada de recogida de basuras en las calles», insiste el representante de la plantilla.
Jerez genera una cantidad diaria de residuos sólidos urbanos superior a los 300 toneladas de las que, con los servicios mínimos establecidos, se quedarán casi todos en las calles de una ciudad que ya la OCU, sin necesidad de huelgas, sitúa entre las últimas en limpieza de toda España. «Por eso, entre nuestras peticiones se encontraba la ampliación de la plantilla de trabajadores fijos, porque Jerez lo necesita y no por capricho nuestro», afirma Juan Manuel Cazalla.
Antecedentes
Los aplazamientos de las huelgas parecían convertirse, de un tiempo a esta parte, en reacción de la plantilla de Urbaser que, una vez convocadas las movilizaciones, terminaban alegando que «la magnitud y la repercusión negativa de una huelga de basuras en Jerez en estas fechas sería brutal para la ciudad y la plantilla ha decidido suspenderla por el bien del pueblo», como decía en vísperas de la Feria de 2010 el entonces presidente del comité de empresa de Urbaser, José Antonio Román.
También en el pasado mes de enero hubo ocasión de asistir a este tipo de retrasos que, la pasada semana, contaron con la última de sus versiones. Cazalla afirma contundentemente que «ya se acabó». Y mañana se pone en marcha.
(La Voz, 20-Junio-2011)