domingo, 26 de junio de 2011

Solidaridad exige el mapa de ondas electromagnéticas aprobado en pleno

Foto de Juan Carlos Corchado
En solo unos días se sentará la alcaldesa y los concejales más cercanos a los mayores problemas vecinales por resolver en Jerez con miembros de la federación Solidaridad. Entre ellos sigue llamando la atención los temores de contaminación que, por la vía de las antenas de telefonía, sustentan las denuncias reiteradas contra la ausencia de control municipal pese a que, desde el pasado 27 de enero, existe un acuerdo del pleno del Ayuntamiento para la elaboración de un mapa de ondas electromagnéticas.
«Ni eso se ha cumplido aún ni se ha respetado tampoco la moratoria aprobada, el 22 de noviembre de 2010, en el Consejo Local de Medio Ambiente por todos los grupos políticos para evitar la instalación de nuevas antenas de telefonía», dice Francisco Gil, miembro de la directiva de la federación de asociaciones de vecinos, que hace seguimiento tanto a esta cuestión como a cuanto aparece en todo el mundo al respecto de los perjuicios para la salud que se atribuyen a las consecuentes radiaciones.
Moratoria incumplida
Recordando recientes reuniones de ámbito europeo en Lyon (a finales del pasado mes de mayo) o en Kiev, así como alguna determinación del Parlamento Vasco publicada ya en el correspondiente boletín oficial u ordenanzas municipales en localidades como la madrileña Leganés o la vizcaína Basauri, Gil acusa al Ayuntamiento de no ponerse manos a la obra así como del aumento del parque de antenas. «Incluso las camuflan», dice. El último ejemplo que señalan desde Solidaridad se encuentra en Lomopardo.
Desde la federación también se acusa a las empresas de telecomunicaciones por efectuar incorporaciones de carácter técnico que, sin necesidad de la colocación de esas nuevas antenas que denuncian los vecinos, propiciarían una ampliación de la potencia, y consecuentemente de sus efectos perniciosos para la salud, en instalaciones ya existentes. En cualquiera de los casos, creen incalculable los términos en que puede estar superándose en la ciudad los niveles de radiación permisibles.
«Los campos electromagnéticos tienen efectos sobre la salud humana, aún en dosis inferiores a las legalmente establecidas». Es una teoría del físico, catedrático e investigador de las radiaciones electromagnéticas de la Universidad de Washington Ted Lotovitz, que Francisco Gil esgrime con preocupación. Cambios psicológicos, las afecciones al sistema inmunitario, el incremento de la inhibición del flujo de calcio, los daños en el ADN o el incremento de la proliferación celular son los males alegados.
Efectos sobre la población
«Cáncer, en definitiva», concluye el representante vecinal recordando la conveniencia de acelerar la puesta en marcha de las medidas necesarias para evitar a los vecinos los riesgos de una proliferación descontrolada de las antenas o la potenciación de las que ya hay en Jerez. Por ello ya no se fían siquiera del número de las existentes –«más de 300 sí que tenemos, desde luego», dice Gil– y exigen la elaboración del mencionado mapa de ondas electromagnéticas.
Prudentes en medio de la transición política que vive la ciudad tras las pasadas elecciones municipales, Solidaridad tiene ya solicitada una reunión que podría celebrarse, con éste y otros temas, en la primera quincena de julio. En cualquier caso, Antonio Saldaña, nuevo delegado de Urbanismo, ya aclara que «tendremos la reunión con quien corresponda y por supuesto que daremos cumplimiento al acuerdo plenario del pasado mes de enero».
(26-Junio-2011)

No hay comentarios:

Publicar un comentario