lunes, 18 de octubre de 2010

Los geriatras andaluces piden en Jerez entrar en la sanidad pública

La Sociedad Andaluza de Geriatría y Gerontología (SAGG), reunida este pasado fin de semana en Jerez, lo tiene claro. Si el 17% de las personas con más de 65 años de edad -los comúnmente conocidos como mayores- tienen ya más de 80 años de edad, y el horizonte hacia 2050 señala que alcanzarán un tercio del total de los ancianos, es preciso que el papel del geriatra tenga más peso en la sanidad pública del que tiene actualmente.
Los retos del envejecimiento activo han sido el tema del XXXI Congreso de la SAGG. «El grupo que más va a crecer es el de mayores de 80 años, que es aquél en el que se tienden a acumular las situaciones de precariedad y de necesidad de cuidados», indica José Manuel Marín, presidente de la sociedad, quien añade que «es un tema que nos tenemos que plantear no desde un punto de vista negativo porque, afortunadamente, la gente cada vez envejece mejor, pero eso exige también un trabajo previo, cómo nos preparamos para ello».
Tres días de estudio
El encuentro de tres días en Jerez ha servido para analizar el envejecimiento físico, funcional, mental y psico-social. Y ha reunido a un variado abanico de profesionales que incluye a médicos, enfermeros, fisioterapeutas y trabajadores sociales, entre otros. En ese mismo concilio multidisciplinar se sitúa Marín a la hora de indicar una de las grandes carencias de la salud pública andaluza, la única de toda España que no integra al médico geriatra en su sistema de atención a las personas mayores.
El presidente de la Sociedad Andaluza de Geriatría y Gerontología insiste en que «no quiero trasladar una imagen negativa, porque la gente mayor jamás ha estado tan bien como está ahora, pero en Andalucía tenemos aún margen de mejora: la gente sigue muriéndose antes que en el resto de España, con esperanza de vida muy buena pero por debajo de la media nacional». En efecto, sólo el 15% de los actuales mayores andaluces han superado ya los 80 años.
Marín alerta sobre que «lejos de converger, nos estamos separando aún más». Y luego está la discapacidad: «Estamos un 22% por encima de la media nacional en discapacidad en las personas mayores», completa. La situación de dependencia y precariedad tan importante que sufren los mayores en esas circunstancias lleva al presidente al ofrecimiento del colectivo: «Es ahí donde los geriatras reivindicamos nuestro papel, porque estamos formados para ello, y es cierto que los mayores están muy bien atendidos a nivel de recursos pero nosotros podemos aportar un plus que es evidente en todos sitios y que se está poniendo en práctica en todas las demás comunidades».
El agravio de Andalucía
Un viejo conocido de la Geriatría en Jerez, Juan Carlos Durán, refuerza las tesis de José Manuel Marín: «Se ha potenciado la enfermería con las profesionales de enlace que atienden a los crónicos, se están haciendo programas de prevención en centros de salud de Atención Primaria para mayores, unidades móviles de fisioterapeutas que acuden a domicilio... Pero falta la figura del médico especialista en Geriatría metido ahí, en Atención Primaria y hospitales, y que se echa en falta en Andalucía cuando sí existe en el resto de comunidades».
Son 30 años, el mismo número de ediciones que cumplió el Congreso de la SAGG antes de su llegada a Jerez, los que llevan reivindicando ese papel para un profesional que, en función del incremento de la calidad de vida de los mayores se atisba como esencial en el sistema sanitario.
La inactividad multiplica los efectos de la vejez
«Sabemos que el anciano que se para es el anciano que no va bien», dice Juan Carlos Durán, quien señala que «cuando se envejece es cuando más hay que mimar el ejercicio físico para mantener el organismo activo». Avisan los geriatras de que la absoluta paralización de la actividad alcanzada en la jubilación puede ser muy perjudicial para el mayor. Y ello tanto en la parcela física como en la mental: «Para ello realizan un gran papel las universidades de mayores, por ejemplo». En cualquier caso, la mejor receta es ir preparándose para la llegada de ese momento desde los 40 ó 50 años. Buena parte de las carencias del futuro anciano comienzan a tejerse en esas edades en las que hay que vigilarse con especial mimo.
(La Voz, 18-Octubre-2010) 

1 comentario:

  1. !Hola Gaby!,soy quien te abordó frente a la Cruz Blanca(buena cerveza era..) para cruzar unas breves palabras respecto a la afición bloguera-que lo tuyo es profesión-.
    Considero que 30 años de pachequismo crea pachecodependencia,pero ten por seguro y lo digo por las posible aspiraciones de cada uno,que nunca segundas partes fueron buenas.
    Ahora toca un cambio de tendencia que ya vimos lo que hace el poder cuando obtiene mayoría absoluta... tirarla a la basura por mor de la sustancia embriagadora y cegadora, que el poder ostenta mismamente.
    Tu buena estrella te ilumine


    Un agnóstico empedernido(con su mijita de humanismo)que está de acuerdo en el precepto cristiano de"la verdad os hará libres"

    Un saludo

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