miércoles, 27 de octubre de 2010

Un anuncio lleno de Remedios contra los malos momentos


Siempre me fijé en su ceño que, fruncido por el dolor, ocasiona el delicioso encuentro con una expresión tan llegadiza como el hoyito de su barbilla o el delicado nácar de su encarnadura o esos ojos tan ligeramente rasgados como plenos del brillo de la madre que todo lo remedia.
Siempre me fijé en la presencia de sus manos barrocas y en las compensadas proporciones de su amor dispensado sin necesidad de palio alguno y en el sorbo dieciochesco que uno prueba con su estampa o el tono reverente al que invita sin parangón un sólo instante ante su imagen.
La Virgen de los Remedios de la Hermandad del Amor es impresionante, verdad? Qué abrumadora su belleza y qué rotunda su constante sugerencia a la devocíón sin paliativos. Cómo iba ello a pasar inadvertido todo ello cuando del regocijo de un anuncio tan importante se trata?
Es lo que tiene que uno vea lo que no deba antes de tiempo. Ay de mí en la hora maldita de convertirme en bocazas! Pero cómo callarme la evidencia de un acierto tan sin paliativos? Bendita seas María, tú que remediarás las penas del chivato para concluir que no es sino virtud de quien te exalta.
Siempre me fijaré ahora en tu divina pechera, ésa que llora con la fragancia de la rosa más blanca que jamás se haya soñado. Siempre advertiré, junto a semejante fragancia, la increíble fertilidad del amor brotado del corazón para erigir la penitencia que, una a una, blanquea nuestro Martes Santo.
Ave María Purísima, Virgen de los Remedios bendita, concebida por Dios sin pecado y por los pinceles del hombre para anuncio incomparable de nuestra simpar Semana Santa. Termina tú, Señora, de dar luz a quienes no terminan de enterarse de aquello que me propongo con estas líneas.
(Editorial de 'Carrera Oficial', 27-Octubre-2010)

1 comentario:

  1. Una madre todo lo remedia y todo lo carga. Precioso rostro de sufrimiento el de esta dolorosa. Y esos oyitos me producen muchísima ternura. Precioso cartel para admirar y con su contemplación sosegar la dura carga que todos tenemos que llevar a diario. Ampáranos madre nuestra de todo cuanto debemos soportar y ayúdanos a encontrar el camino...
    Amigo mío,recibido el mensaje.

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