domingo, 21 de junio de 2015

Mastines y galgos

El Real Madrid tuvo su época de zidanes y pavones con los que mezclar experiencia y juventud. Tirios y troyanos alimentan otro modo de confrontar dos estilos distintos. Acercándonos un poco a la idea, siempre nos quedará la fábula de la liebre y la tortuga. Y yo, por ejemplo, me defino por sistema como diesel a la hora de justificar mi puesta en salmuera de toda novedad envuelta en prisas por ser implantada. 

El Refranero Popular tiene ejemplo de cómo poner pies en el suelo sin dejarse llevar por apariencias más vistosas: "Más corre el galgo que el mastín; pero si el camino es largo, más corre el mastín que el galgo!" Llevado al discurso de la popular María José García-Pelayo en el pleno de investidura de la corporación municipal jerezana de hace ya ocho días, apela a la desconfianza de quien es relevada en la alcaldía sobre cómo se llegará al final de la nueva legislatura.

Si tuviéramos mastines y galgos a partir de ahora en el salón de plenos es algo que, con los debidos respetos a los ediles y comprendiéndose como Dios manda el sentido del simil, dejo a consideración del lector. Lo cierto es que cunde un punto de desconfianza, en según qué órbitas ciudadanas, no tanto por el relevo entre partidos sino porque éste se produzca en presumibles términos de inestabilidad nada deseable. Otros, sin embargo, consideran peor las mayorías absolutas.

Mientras tanto, en la primera semana de corporación municipal jerezana recién constituida, siguen ocurriendo cosas. Mamen Sánchez presenta las responsabilidades de sus "supervalientes". El popular Antonio Real se convierte en el primer electo el 24-M que renuncia a su acta de concejal. La calle habla por fin de política, como ha no mucho se congratulaba alguien en Ganemos. Desde Izquierda Unida alguien sigue explicando porqué la Biblia merece ser apartada de actos institucionales...

Cuatro años es la extensión de ese camino largo que, sea o no más asequible al mastín que al galgo, el Ayuntamiento de Jerez tiene por delante para seguir resolviendo problemas. Hay un balón en el tejado de las fuerzas presentes en la corporación que prometen estabilidades estando o no en el gobierno. Hay otro en el de las que, también en la oposición, no votaron la investidura de la socialista Mamen Sánchez como nueva alcaldesa. Difficilibus in vivimus!

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