Cartel de la Vigilia de la Inmaculada |
Scouts, neocatecumenales, cofrades, cursillistas de cristiandad, focolares o chicos de Christifideles Laici, todos los jóvenes, incluidos cuantos sin comunidad que referencie su fe, están llamados a celebrar a la Inmaculada Concepción ya desde la víspera de tan importante solemnidad mariana en el calendario católico.
Una oración juvenil, a las ocho de esta noche en la jerezana iglesia de San Marcos, y una misa, a las nueve y media en la Catedral, los convoca antes de que mañana jueves, el día de la fiesta, la convocatoria sea para todos en el primer templo diocesano. Pero los más menudos de la Iglesia suelen escapar, en la Vigilia de la Inmaculada, a la generalidad del propio día 8 de diciembre. Por ello, la tarde antes se despliegan las señas de identidad que los caracteriza.
Pero este año son otras las manos que coordinan estos actos preparatorios de la víspera: las mismas que abanderaron, el pasado verano, los detalles organizativos de la participación de la Diócesis de Asidonia-Jerez en la Jornada Mundial de la Juventud. El sacerdote Carlos Redondo es el nuevo delegado de Pastoral Juvenil y el seglar Gabriel Rubio el subdelegado.El espíritu de la JMJ, que ya inspira el plan pastoral de este curso buscando desde el ánimo juvenil abordar la Nueva Evangelización, sigue extendiendo su manto por tanto. Y llega hasta la solemnidad de la Inmaculada. Las trazas dispuestas entonces asomarán hoy en una convocatoria que se va a aprovechar para presentar la reliquia de «aquél que amó a los jóvenes y que entregó su ministerio a la Virgen María: Juan Pablo II», señala Carlos Redondo.
«Queremos que sea él, con sus pensamientos y escritos, el que introduzca a los jóvenes en el misterio de la Virgen», explica sin querer desvelar otros detalles que será preciso descubrir esta noche en San Marcos. Desde este iglesia, y concluida la oración juvenil prevista, los participantes marcharán andando juntos, en rosario festivo y contemplando los Misterios Luminosos nacidos por iniciativa de Juan Pablo II.
«El mismo equipo que estuvo al frente de la organización de todo lo relacionado con la JMJ en nuestra Diócesis, somos los mismos que acompañaremos la Pastoral Juvenil en adelante. Sólo que alguien tenía que ser el delegado. Y si así empezó todo, queremos continuar así», apunta Redondo insistiendo en la palabra comunión a la hora de hacer prevalecer lo común sobre las diferencias entre carismas que, también en el ámbito juvenil, la Iglesia presenta.
El nuevo delegado explica que «hay muchos jóvenes que necesitan sentirse arropados y descubrir que hay otros que también creen en Cristo». E insiste en que «la JMJ ha marcado una línea directriz: arraigados en Cristo, firmes en la fe». «Muchas veces se ha pensado que el Evangelio hay que disfrazarlo, barnizarlo, descafeinarlo para que un joven pueda aceptarlo, pero ellos están cansados de medias tintas, de soluciones a corto plazo, de placeres inmediatos», dice añadiendo que «si tratas con mediocridad a los jóvenes, se vuelven mediocres; si les lanzas un reto, se vuelven valientes».
(La Voz, 7-Diciembre-2011)
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