lunes, 12 de diciembre de 2011

La ciudad sigue latiendo al compás de las zambombas

Foto de Javier Fergo.
El zumbido característico de las manos recorriendo el carrizo en medio del jolgorio de tantas personas como, entre palmas y cantes, quieren apurar cada oportunidad que surge para ir viviendo por adelantado la Navidad que nos llega se mantiene decididamente a dos semanas de las señaladas fechas. El ambiente de ayer domingo, con menos convocatorias de este tipo, tampoco escapó, sin embargo, de las trazas de estas reuniones generadas en torno a los villancicos más populares y a los productos propios de estos días en la ciudad.
El mediodía e inicio de la tarde, horas ideales para dejarse llevar por los caldos de la tierra y el picoteo cuando no para todo un almuerzo en medio de tan entrañable ambiente, fueron los momentos elegidos ayer para las pocas iniciativas de las que se tenía conocimiento. Especialmente atractiva resultaba la que convocaba la asociación de vecinos de Palos Blancos, por ejemplo. El tono multicultural otorgado a la cita era un aliciente más. Y tanto la zambomba como el rastrillo, con trueque juguetes entre los críos participantes, proporcionó la ocasión de disfrutar de un modo distinto.
Más clásico, el plan de la zambomba de la calle San Pablo recibió el respaldo de muchísimas personas que, a la llamada del conocido tabanco que lleva el nombre de la propia vía peatonal del barrio de San Miguel, acudió para tomar una copa y acompañar con las voces y las palmas los villancicos cantados para la ocasión.
(La Voz, 12-Diciembre-2011)

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