Foto de Esteban. |
Ahora repite ante un caso en el que apenas han transcurrido años suficientes de vida como para tener edad de ser biografiado nadie. Pero el chico jerezano de apenas ocho años que superó hace uno la delicada intervención quirúrgica con la que, en Boston, se intentó poner pie en pared a sus múltiples cardiopatías congénitas es un caso especial. No en balde son ya 40 las operaciones sufridas.
El autor reconoce que «el hospital se ha convertido en su segunda casa, ha tenido que luchar contra ello y a mí me conmovió tremendamente la historia». Los padres de Marcos y Rubén no se conocían de nada pero un día le tocó entrevistarlos para divulgar el caso de su hijo y acabó el trabajo llorando a lágrima viva. Él no lo oculta, tampoco alardea de ello. Solo lo recuerda como signo de su conmoción.
«Terminé diciéndole a Juan -su padre- que apenas podría ayudar con 20 o 30 euros, pero que quizá si contáramos la historia podríamos hacer algo más», evoca. «Me parece algo tan milagroso, un permanente juego con la vida y con la muerte, que a mí me llegó esa búsqueda a la desesperada de soluciones para la vida de su hijo», añade justificando de este modo el título de la obra: 'Marcos Vida'.
Rubén Castilla, que no olvida aquél otro trabajo biográfico firmado por él ('Ganador' es el título del que dedicó a Esteban Vigo), insiste en el caso de Carribero que «éste es otro ganador, le ha ganado ya muchas veces la batalla a la enfermedad». Por ello no quiere que tarde mucho más en salir a la calle el relato de semejante lucha. «Hace ya diez u once meses que pudimos tenerlo», recuerda.
La decisión, sin embargo, de aguardar a que, especialmente tras la intervención en Boston, la situación de Marcos entrara en franca mejoría antes de que saliera su publicación ha validado la apuesta por que los frutos de su venta -«será baratito, seis o siete euros»- contribuyan a que la familia siga recibiendo ayuda en un momento en el que se corre el peligro de que el caso comience a olvidarse.
«A Marcos, por ejemplo, no se le caen los dientes como a un niño cualquiera, requiere de una operación y todo», subraya Castilla como ejemplo de esta necesidad de apoyo que sigue observando el niño. Por no mencionar que aún debe regresar alguna vez al hospital de Boston en que fue intervenido para alguna revisión que otra.
«Serán 64 o 96 páginas las que tendremos para contar la historia y, también, para mostrar el agradecimiento de la familia a cuantos han contribuido a que Marcos esté como está ahora», explica sin querer atribuir solo al empuje por vivir del niño todo cuanto se ha logrado al respecto para él. «Ha ayudado mucho toda la ciudad, de hecho no puede pasear por Jerez sin que lo paren por la calle», señala.
Se espera que en enero o febrero esté ya dispuesto para ser distribuido. Con todo, aún encuentra el autor tiempo para hacer un llamamiento a las instituciones y las empresas que puedan colaborar: «Se han tenido muy pocas ayudas, por no decir ninguna, y aunque sabemos que son tiempos complicados todo aquél que pueda sumarse al proyecto con una pequeña aportación o con ideas está a tiempo de hacerlo».
(La Voz, 9-Diciembre-2011)
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