
Anoche estuve en la Feria y descubrí que, a fuerza de no querer explotar casetas la gente de aquí, ya vienen hasta caterings de Palma del Río (Córdoba). Durante estos años le hemos dado trabajo, y seguimos haciéndolo, a profesionales de la restauración de Trebujena, El Cuervo, Espera, Lebrija o Los Palacios. Ahora comenzamos también a ser universales no sólo por la procedencia de los visitantes a la Feria del Caballo sino también por el de aquellos otros que, mandil a la cintura, nos están dando de comer. Comer y beber, cantar y bailar, pasear y conversar, brindar y reirse... Olvidarse de la crisis, a la postre. Acordarse de que hay vida más allá de los problemas. Disculpadme, me llama Mariola, del PSA, para que me anote en la agenda unas "tapitas -dice- para periodistas" mañana en su caseta.
Termino de escribir esto y me voy de nuevo, que la Unión de Hermandades me promete darme de comer y, por el mismo precio, anunciarme el pregonero de la Semana Santa del año que viene. ¡Qué sufrida la vida del feriante!
Te deseo una buena Feria, 'hermano' Gaby, y te innvito a mi blog: http://elblogdepepebouza.blogspot.com/
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