Leo a Eduardo Punset, a quien admirarle es poco por su 'Redes', que toda infamia requiere de cinco cumplidos seguidos para borrar sus perversas huellas. Y lo recibo casi como cuanto me asombra de los contenidos de su televisivo programa: con sorpresa y credulidad. Todo lo que dice el conocido ex-ministro alcanza ya, y eso se gana con seriedad y esfuerzo, la vitola del prestigio científico. Al menos para mi gusto.Bueno, pues han sido tantos los cumplidos recibidos durante la Feria que, ahora que ya me he prometido no volver a pisarla tras un jueves de muy agradable comida de la Asociación de la Prensa y un viernes delicioso, ahora he de confirmar que los insultos están más que superados. Gracias a todos los que llamaron o me pararon en el González Hontoria, con especial sorpresa en el caso de tantos desconocidos que me han dado la razón.
Y ahora, con obvia predisposición a olvidar ya el tema, regalo -aunque mi situación no me permite dar nada gratis- una propuesta a los sindicatos para la que sólo necesito mi experiencia personal. No en balde, mi poder adquisitivo, que ya entonces partía del hecho de que mi familia numerosa vivía al día, está en evidente descenso desde 2008, con sucesivas perdidas de colaboraciones periodísticas, y una regulación a la que ahora me veo sometido en 'mi casa'.
Si he de trabajar más y ganar menos sólo podré sentirme representado por los sindicatos si hacen lo mismo. Que recorten gasto en tanto liberado como sostienen las subvenciones gubernamentales y se mojen más aún contra la situación que sufrimos. Y quien lo dice es un 'currante' desesperado. Ni más ni menos. Aquello otro que alentó el linchamiento no es más que una infamia (¿postularme a qué...?) ahora restañada por tanto cumplido.
A Punset mi agradecimiento por su trabajo de investigación.
A los sindicatos mi ánimo ante cuanto les queda por hacer.
A la Feria... ¡hasta el año que viene!
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