En una semana estaremos, a esta hora justamente, en Malandar. Seguramente la operación de embarque desde Bajo de Guía será propicia al puntual encuentro de los rocieros jerezanos -como los de cualquier otro punto de la provincia- con el Parque Nacional de Doñana. Es hoy el último miércoles en el que soñar con ese otro que, en cada vísperas de Pentecostés nos vista de corto, nos haga colgarnos la medalla del cordón morado -o del color que sea- y madrugar para acudir a la Misa de Romeros en la iglesia conventual de Santo Domingo.
Del encuentro de la comitiva en la Alameda de Cristina, del camino iniciado Porvera arriba, de la Salve ante la Virgen de Lourdes, del encuentro con los enfermos en el Hospital de San Juan Grande, del rezo junto al árbol de El Barroso, del descampado de Ventosilla...
De todo eso habrá ocasión de hablarles, cuando sea esta hora del próximo miércoles, miércoles de Camino. Quizá comprendan que, cuando llega el momento de iniciar este 'Carrera Oficial' a uno ya no le quedan cosas en las que pensar sino en aquellas que nos aguardan.
Sea, pues, momento de considerar el sueño de todo un año al alcance posibilista de un almanaque que dice que es mayo, que el Rocío nos espera, que la Virgen nos coloca en el Camino hacia Ella, que toda la espera ha merecido la pena y que, pese a quien pese, me voy.
El costo está sin aviar pero su preparación será complaciente ingrediente de unos días que, si me lo permiten, comienzan esta tarde bonita de primavera en la que nos marcharemos a Doñana gracias a Felipe Morenés, hermano mayor que se convierte en nuestro invitado.
Desde los estudios de COPE-Jerez en calle San Agustín, reciban el saludo, en nombre de cuantos andamos ya probándonos traje corto o sombrero de ala ancha -aunque creo que la cabeza, a ciertas edades, no crece-, de este entusiasmado Gabriel Álvarez.
(COPE, editorial en 'Carrera Oficial', 12-05-10)
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