
Acaba de concluir el partido frente al Zaragoza, y se ha ganado 3-2. Era necesario para seguir soñando. Imprescindible era también que el Málaga perdiera para que los implicados, los más posibles, no pasasen de los 36 puntos. Y ahí acaban de quedarse los 'boquerones', derrotados en Getafe. Y ahí se quedaron el Valladolid, el Racing perdiendo con los anteriores y el Tenerife alcanzándolos in extremis.
El Xerez los alcanzará cuando la semana que viene se gane al Osasuna. Los vaticinios dicen que irán cayendo paulatinamente frente a los colosos Barcelona, Madrid y Valencia. Más fácil lo tendrían los cántabros frente al Sporting. El empate con todos nos beneficia por aquellas cosas del 'gol average' que llaman. Y consiguiéndolo, victoria y permanencia, ya no hablamos de milagro.
Hoy estoy eufórico, y sorprendido como el que más, al punto que no haré comparaciones facilonas con otras posiciones en lugares de descenso para un país tan sufridor como este Xerez nuestro de nuestras muchas penas en ámbitos diferentes. Levanto los brazos como Francis (en la foto) recién marcado por él mismo el primer gol de una de esas noches que llaman "para el recuerdo".
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