martes, 18 de mayo de 2010

Me voy a El Rocío


Dentro de una semana estaré de regreso. Pero permitidme que no sea hasta entonces que vuelva a escribir en el blog, que llegaré con mucho que contaros. Mientras tanto decido que ni el portatil haga el Camino del Rocío. Es una opción necesaria. Tengo que meditar mucho y, a la vuelta, habrá novedades laborales que aún tengo que digerir.
Una vuelta a poner negro sobre blanco en papel prensa, una regulación temporal de empleo que asumir, un año extraño por delante cuajadito de incertidumbres, una algebraica operación imprescindible para descifrar mi situación a partir de ahora, un aturdimiento generalizado en el alma de quien sólo supo siempre trabajar ininterrumpidamente.
Son tantas las cosas que pedir a la Virgen, en la que confío mucho más que en cualquiera otra representación laboral (ea, ya lo he dicho otra vez), que las arenas de Doñana molturarán con idéntica presión los pies, el ánimo y una cabeza ya ahíta de quebraderos interminables. Creo que, hasta que mañana me eche al Camino, no habré entendido mejor que en éste de 2010, el sentido de una marcha como ésta.
Si ello no tortura de algún modo el espíritu ocurre como con la naranja que jamás quiere ser llevaba al exprimidor. Ya sé que en estas vísperas de Pentecostés habrá de salir 'zumo' una vez la Romería haya surtido el efecto que espero. Por ello dejo de escribir durante esta semana. Por ello y por dejar descansar el ordenador, que ya sabe tragar arena.
Esperadme, por favor. Si me queréis no 'irse'. Que prometo volver. Rezaré por todos vosotros. To-dos.

3 comentarios:

  1. Estimado Gaby, destilas gran amargura en este comentario, que me ha impresionado. Te deseo suerte y que comprendas, finalmente, en qué consiste esta profesión nuestra. Hemos de darnos la mano y colaborar en ayudar a quien lo necesita, a to-dos los que lo necesitan. Suerte en tus retos y tus cuitas, de corazón. Me tienes a tu disposición. Un abrazo

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  2. Gracias, Pepe. Y recuerda que yo me aflijo, escribo mis penas y rezo a la Virgen. No denuncio a nadie -menos sin fundamento- como otros compañeros hacen con aquellos que un día fueron sus compañeros. Algunas cosas no las justifica ni siquiera estar pasándolo mal. Por eso no considero que esté aprendiendo ahora "en qué consiste esta profesión". Entre otras cosas porque hay actitudes en esta profesión que me hacen pensar que aquello en lo que creo -y no hablo más que de virtudes humanas- no caben aquí. Porque algunos no lo permiten, claro. Un abrazo.

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  3. De todas formas, si relees bien mi entrada es de otras cosas de las que hablo. Con todo, me encanta tu interés. Gracias. Pero no te preocupes que también he rezado por Luis. Y por ti. Todos lo necesitamos.

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